CAPITULO 3
Subimos a mi
habitación, y pregunto dónde estaban las ampollas, a lo cual me dirigí al
placard, y busque el contenido dentro de un morral, metido en otro morral,
estaba la bolsita con las ampollas y las jeringas. Después muy serio me dijo
que fuera a buscar el algodón y el alcohol, que preparara todo para la
inyección.
Incluso me
dijo que como castigo yo iba a preparar la inyección, que el solo se limitaba a
pincharme ante esta afirmación solo abrí los ojos intente abrir la boca, pero
calle, me limite a mirarlo con la mirada más triste que podía intentando buscar
su lado compasivo, para que no me hiciera preparar la inyección a mí, porque
esto si que era un castigo y la inyección me dolía mas porque no podía
relajarme.
-No me mires
así nena, aunque me hagas esos ojitos no te salvas de la inyección, y la vas a
preparar tu, ya te dije
-Por favor
amor, no me hagas prepararla a mí, no me siento bien, y así me va a doler mas,
por favor, por favor
Se lo dije
tan lastimeramente y con una voz aunque visiblemente afectada era de una nena
mimada, con lo cual logre mi objetivo, no me haría prepararla a mí.
-Andy, una
pregunta
-Dime Linda
-Yo creo que
si tengo fiebre, no es conveniente inyectarme verdad?
-Hmmmm si no había
pensado en eso pequeña, te voy a tomar la temperatura, por favor busca el
termómetro.
Resignada
busque en mi mesita de luz y le entregue el termómetro y la vaselina, ya sabía
por dónde me tomaría la temperatura, de la manera más fiable que existe, en el
trasero.
Me pidió que
me diera la vuelta bocabajo, mientras tanto el embadurnaba el termómetro con
vaselina, luego bajo mi pantalón hasta las rodillas, luego procedió a bajar
lentamente la bombacha deleitándose con lo que tenía a su vista, hasta que mi
cola quedo totalmente expuesta, acaricio mis nalgas con suavidad y posterior
con su mano izquierda las separo, y con su mano derecha iba introduciendo
lentamente el termómetro dentro mi hoyito.
Tenía
enterrada la cabeza en la almohada, porque aunque ya habíamos teníamos
intimidad, me sentía avergonzada, expuesta era la primera vez que veía tan
cercanamente mi ano.
Dejo el
termómetro 5 minutos, y mientras el tiempo pasaba acariciaba mi espalda, la cola
con suaves masajes de arriba y hacia abajo, mientras halagaba mi derrier.
A los 5
minutos, dijo ya esta, lo retiro y tenía un poco de fiebre, 38,7 a lo cual dijo
con un silbido tenes fiebre, no te debo inyectar así, subió de nuevo mi ropa y
dijo pásame el numero de tu medico ya lo llamo.
Hice lo que
me indico, y se retiro de la habitación para hablar con Daniel mi médico, quien
se sorprendió de escucharlo y todo lo que Andy le conto sobre mi estado de
salud, trataba de escuchar pero ya el malestar me estaba ganando así que desistí
de tratar de escuchar su conversación.
Después de un
rato entro a la habitación y comento que Daniel estaba en camino que se
demoraría entre 30 y 45 minutos, que lo había notado sorprendido cuando le dijo
que yo estaba enferma.
-nena, nena,
creo que vamos por mal camino, te has portado muy mal, y descuidaste tu salud.
-Andy no me
retes mas, me siento mal.
-Lo se
preciosa, pero estabas advertida y te ganaste un castigo por necia y
desobediente. Espero que Daniel no me de más quejas tuyas.
Voy hacerte
un té de limón con miel, trata de descansar me dijo, ante lo cual no pude
evitar sonreír por los mimos que me hacía, el bajo a la cocina y yo me puse a
ver una película con la tablet.
A los 40
minutos sonó el intercomunicador y mi pulso se acelero, era Daniel, ya había
llegado y justo yo me había tomado el té. Andy pidió las llaves y fue por el
hasta recepción, la espera se me hacia eterna, estaba muy angustiada de que
Daniel le diera quejas mías y que ya me había advertido de lo que pasaría.
Conociendo a
Andy, y un preámbulo de lo que fue el castigo, empecé a temer por mi pobre cola
que pagaría todos los platos rotos.
Estaba
concentrada en lo que estaba pensando, cuando escuche Buenas tardes Mary.
Era Daniel
con su bata blanca, muy serio, y su expresión denotaba enojo y preocupación.
Buenas tardes conteste yo.
Después de
todos los preliminares, procedió a revisarme en presencia de Andy, quien no se
quiso retirar de la habitación a pesar de mis suplicas, con un tono
autoritario, aquí quiero estar yo, quiero saber de verdad, enfatizando estas
últimas palabras, cuál es tu estado de salud.
Me quede en
ropa interior bombacha y corpiño para la revisión de Daniel, quien hizo todo lo
que debía, además que Andy ya le había dicho que yo tenía fiebre y por eso no
me había puesto la inyección.
Era una
situación entre excitante, morbosa y un poco angustiante teniendo 2 hombres en
mi habitación y yo casi desnuda, viendo como palpaba casi todo el cuerpo.
Al final la
revisión dijo, bueno Señorita, las noticias no son halagadoras y como ya te
había advertido que pasaría si no te ponías esas vitaminas, hizo un comentario
que me dio escalofríos, te mereces unos buenos chirlos por desobediente y
voluntariosa, a lo cual mire a Andy quien dibujo una sonrisa diciendo
“viste” y continuo bueno tienes una
infección en la garganta, tienes principios de Neumonía, vi de casualidad en el
living un cenicero con colillas de
cigarro, supongo que vos no fumaste porque lo tenias absolutamente prohibido.
Ahora te voy
a poner un supo para bajar la fiebre, date la vuelta o mejor ponte sobre las
rodillas de Andre y te pongo él supo, lo
mire como bicho raro, como diciendo como que me haga sobre las rodillas de
Andres?? En esas Andy me halo suavemente
indicando que hiciera lo que Daniel había sugerido, el se encargo de bajar la
bombacha hasta las rodillas, dejar el culo en pompa mientras Daniel hábilmente
introducía el supo y su dedo en mi agujero. Después de esto me ayudaron a levantar
y acostar nuevamente en la cama.
De reojo mire
a Andy quien no se había percatado de ese detalle, y con sus ojos me decía todo
lo que estaba pensando, me quería matar, bueno no literalmente, pero si ganas
de dejarme el culo morado.
Te voy a recetar
6 inyecciones de vitaminas incluida la del día de hoy, deben ser aplicadas
intramuscularmente día de por medio, para subir las defensas, que además de
estar bajas con el antibiótico que te voy a recetar….. No termino de decir
esto, cuando yo lo mire con estos ojos de color café, abriéndolos a más no
poder, y moviendo mi cabeza de un lado para el otro. Bueno Mary ni modo, tenes
una infección y bastante fuerte, hay que atajarla de una vez, estabas
advertida.
Y serán
también en la cola, una cada 12 horas, mi cara de angustia era evidente, si ya
se que duelen y mucho Mary, pero es lo que necesitas. Solo atine a decir y no me las puedes recetar
en pastillas? No! fue claro y contundente tienen que entrar ya al sistema sanguíneo
para que vaya haciendo efecto, serán 10.
No pude
evitar sollozar, me dolería y mucho, y con castigo pendiente, ay de mi no me
volvería a sentar dentro de un largo tiempo. Además para la fiebre te recetare
unos supositorios, cada 8 horas o cuando haya fiebre,
Toma mucho
liquido, y reposa, estas incapacitada por 10 días, yo te hago ya mismo la
certificación y por favor Mary haz el tratamiento al pie de la letra o vas a
terminar internada. En una semana te reviso a ver como estas.
Al decir
esto, Andy tomo la palabra y dijo, de eso me encargo yo que cumpla el
tratamiento al pie de la letra, verdad nena? Solo moví la cabeza indicando que sí.
Daniel y Andy
se retiraron de la habitación para seguir charlando y allí me quede yo, en ropa
interior, mirando al techo, pensando que sería mi futuro, quien me iba a
inyectar porque Andy vive lejos de capital.
Estaba en
esos pensamientos cuando Andy entro de nuevo a la habitación y ordeno, vestite,
arma una valija con lo esencial, te vas para mi casa que desde allá te voy a
cuidar y darte el tratamiento.
Esta orden me
dejo como en shock, irme para su casa? Y mi trabajo? Y que le iba a decir a mi
familia si llamaban? Y le respondí: Andy, yo, yo no puedo irme para tu casa, tengo
que trabajar y… no termine cuando zaas, me dio la vuelta bajo la bombacha de un
tirón y 15 palmetazos cayeron sobre mis nalgas. Mientras me daba los palmetazos
con fuerza y sin compasión decía vos no entendes verdad? Que estas enferma, que
necesitas descansar, que es necesario que alguien te acompañe porque estas
delicada y sola en este país.
Empecé a llorar, por el dolor, también por
enojo, frustración, porque me sentí sola en Argentina y porque no me gustaba
ver a Andy enojado conmigo, me rompía el corazón.
Al terminar
me puso crema y me abrazo y me dijo: nena que tenes en la cabecita?, a vos que
te pasa?, te preocupas por ese trabajo tuyo que tanto te estresa, donde nadie
se preocupa por vos, y yo que te quiero tanto y me preocupo me dices que no?
Anda, hace lo
que te digo mientras si quieres yo hablo con tu jefe y le pongo los puntos
sobre las íes, para hacerle entender que vos no sos una maquina, y que estas
enferma punto. No, no es necesario Andy dije yo, déjame yo lo llamo y le digo
lo que recomendó el médico.
Así fue, llame
a mi jefe le comente todo lo que estaba pasando, me dijo que no me preocupara y
que me recuperara, que cualquier cosa urgente me llamaría, y que me enviaran el
laptop por remis a la dirección que yo les indicara.
Empaque mi
valija y salimos con Andy rumbo a la farmacia para comprar todos los
medicamentos y posteriormente a su casa. Me dijo que al llegar allá me pondría
la vitamina que quedaba pendiente y seguiríamos el tratamiento al pie de la
letra, al costo que fuera… y que no se me olvidara que tenía un castigo
pendiente por recibir.
Continuara…..
Para la 4 parte haga click aqui: http://chicadesobediente.blogspot.com/2014/12/cronica-de-una-inyeccion-anunciada-4.htm
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