El BDSM en mi vida

Hace mucho tiempo me gusta el tema de los azotes, chirlos, nalgadas y cada uno de los adjetivos que se le quiera dar, cada vez que leía relatos de spanking,  aquellos donde se trata de disciplina y autoridad, me excitaba, quería algo así para mi, un hombre que ejerciera un control sobre mí, que me castigara por comportamientos no permitidos, si porque no, que me educara y corrigiera incluso por malos hábitos o mañas que yo quisiera erradicar.

Siempre lo visualice con un hombre por alguien a quien yo indefectiblemente sintiera su autoridad, respeto que al mirarme pudiera doblegarme sin necesidad de humillarme verbalmente o insultarme, que un gesto me indicara su enfado o disgusto.

He fantaseado con un spanking 24/7 enfocada hacia la disciplina, me han dado chirlos mientras tenemos sexo y eso no me excita, no me disgusta pero no me excita o me prende mas para un sexo más caliente o que me lleve a un clímax increíble, realmente lo que me calienta y enciende todos mis motores es el hecho de imaginarme un castigo que en el momento no involucre sexo de inmediato, la vergüenza de sentirse expuesta, indefensa, humillada por la situación, por el simple hecho de recibir un correctivo.

No disfruto las marcas, mi piel es muy sensible y odio verme con moretones mucho menos sangre, las bofetadas para mí son un símbolo de violencia física, además porque ODIO que me peguen en la cabeza golpes suaves o fuertes me sacan de cualquier rol, tirones de cabello los detesto me traen muy malos recuerdos de mi infancia además de la hipersensibilidad en el cuero de cabello que cualquier tirón lo siento el triple. Escupitajos en la cara, no me gustan, me parecen desagradables,  anti higiénicos, para mi significan desprecio hacia otro ser. Hacerme un tatuaje esta fuera de los limites porque siempre pienso y si la relación se acaba, debo llevar el recuerdo de por vida cuando sea anciana? Si hay correcciones con láser pero tiene un costo, además que no lo borra 100%, admiro muchísimo a quienes lo hacen yo no soy de esas, piercings a menos que no sean en las orejas, no me interesan, porque he de modificar mi cuerpo cuando nada es eterno, cuando las relaciones humanas y en un mundo tan revolucionado como hoy son efímeras y pueden acabar en el momento menos pensado.

 Y otra serie de prácticas que realmente no me excitan, ni siquiera me llaman la atención para probar, y así podría continuar con las prácticas que en lo personal no me gustan.

A quien fue mi pareja intente hacerle saber de mis particulares gustos en la cama, y bueno me miro como bicho raro, y bueno yo descarte la idea, en ese momento la relación que yo compartía con él era más importante que un simple gusto para calentarme, y aunque hoy en día me arrepienta de esa relación, para mí fue lo mejor que pude hacer.

Hace como 2 años conocí un chico, muy joven, guapo europeo, muy extrovertido, amable justo cuando mi relación se había acabado en términos no deseados por mí, con el alma para recoger con cuchara del suelo, resulto que además de compartir los gustos por el spanking compartíamos otros gustos; El fue mi spanker virtual mucho tiempo, la vivencia ha sido de las más agradables y excitantes que he tenido, disfrutaba cada vez que me castigaba, y siempre ha sido la medicina cuando mi autoestima se va al suelo, me llevo a límites que yo no esperaba y que nunca pensé hacer, con el empezamos a fantasear sobre ser atada, estar desnuda frente a él y el completamente vestido de traje, elegante, sobrio, mirándome fijamente  y otros elementos del BDSM pero de manera muy light o muy suave.  

Nos escribimos relatos por mucho tiempo contando lo que cada uno hacia en una sesión, nos veíamos por cam, y bueno creo que fue de los mejores momentos vividos, la relación se enfrió y se acabo por varios motivos, primero por distancia y tema horario, tiempo de los dos y un tema de diferencia de edad considerable que a mí me estaba haciendo mella y ruido en mi cabeza. Hoy en día lo aprecio, tiene un espacio en mi corazón porque me hizo bien y aunque casi no hablamos, debo agradecerle mucho.

Cuando llegue a Argentina empecé a vivir la locura en la realización de mis fantasías y conocí a quien hoy en día es mi Spanker, por distancia y otros razones nuestro juego se limita a roles, los cuales disfrutamos ambos, ya que vivir la sesión el momento, el juego es excitante para ambos, los dos tenemos claros que no puede ser una relación 24/7 pero cada vez que nos encontramos lo disfrutamos al máximo.

No obstante hay días en quiero retirarme de todo esto, mis aspiraciones personales son otras, tener una pareja estable quien al mismo tiempo  fuera mi Spanker sería mi mundo ideal seria vivir una intensidad en la intimidad llevada a limites inesperados, se que por experiencia propia que para mí la clave es la confianza, es llevarme a traspasar limites cuando estoy en el momento culmine, cuando entrego todo y mi ser pasa a ser manejado por aquel hombre que se preocupa porque yo también disfrute, gima de placer y no se limite a su placer esperando a que yo encuentre mi placer en su juego porque de ambos es el juego.

No se si lo que deseo es una utopía lejos de la realidad porque hasta el día de hoy solo me han buscado quienes quieren un momento, buscar un juguete a quien usar en un momento determinado y luego cada cual regrese a su vida normal, a estas alturas de mi vida, no quiero ni deseo ser juguete de nadie, mi ser quien soy yo, no puedo entregarme sin sentir lo que hago, y lo que hago lo hago por un objetivo. Estoy enseñada a trabajar, sacrificarse por algo, entregarse en cuerpo y alma por un beneficio y aunque también he dado generosamente sin esperar nada a cambio es hora de recibir algo.

Me pregunto si estoy en el lugar adecuado? Si mi búsqueda, si mis intereses se acoplan a este estilo de vida, y si no pueden ser compatibles prefiero optar por sacrificar mis afinidades y placeres en la intimidad por algo que deseo desde lo profundo de mi alma que así sea.

En estos momentos estoy triste y decepcionada por recientes eventos en mi vida donde todo se reduce a ser un juguete de momento, un objeto de uso, realmente creo que he trabajado tanto y sacrificado tanto para ser alguien, que rechazo esa idea porque para mí no funciona.