CRONICA DE UNA INYECCION ANUNCIADA ..6 (RELATO)

Ya quedan los ultimos capitulos, no se los pierdan

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CAPITULO 6

Cuando salieron hablar al pasillo simplemente opte por dormir, me sentí triste, dolorida y enferma, un poco deprimida por estar sola, y a pesar de que Andres se esmeraba en sus cuidados, empecé a extrañar mi casa, mi familia. Y resignada como pude me di la vuelta bocabajo y trate de conciliar el sueño, mientras llegaba nuevamente la medicación tan espantosa.

Logre dormir un poco mas y cuando abri los ojos, allí estaba Andres, abrazado a mí, sentí su aliento sobre mi cuello y sonreí, cada día me daba cuenta que este era el hombre con el que yo había soñado, tenía las cualidades que yo quería en un hombre, incluso ser tan estricto y disciplinado, eran atrayentes para mí como una mariposa a una bombilla de luz.

El despertó y me dijo tengo una sorpresa para ti mi amor, se que debes estar triste porque estas lejos de casa, lo dijo como si hubiera leído mis pensamientos, o la otra explicación es que hubiera hablado dormida, como a veces me ocurre.

Salio de la habitación, al rato volvió con un caldito de carne y costilla, justo como los que hacia mi mamá, abrí mis ojos y de la emoción un par de lagrimas.

-          Nena, llame a tu hermana y le pregunte que sería bueno como cena algo ligero para ti, y me explico cómo hacer esta sopa, no tiene carne ni costilla, pero si el sabor, porque se que te duele la garganta, asi que le dije a Lorena y ella la preparo.

-          Gracias, fue lo único que pude decir, no podía hablar tenía un nudo en la garganta de lo emocionada que estaba y todas las atenciones que tenia conmigo.

-          De nada linda, te lo mereces, quiero cuidarte, no solo estoy para castigarte, también te mimo, pero si te portas mal, no pasara inadvertido ya sabes, se rio.

-          Lo se Amor.

Me dio el caldito y con cucharadas me lo dio, me sentía tan mimada, consentida, que no quería que acabara, de reojo vi el reloj en la mesa de luz y vi que faltaban 2 horas para la próxima inyección, mi pulso se acelero, pero respire, quería mantener el control y no echar a perder tan linda escena.

El tiempo paso y llego la hora de horror nuevamente, Daniel había decidido suspender las vitaminas y solo con el antibiótico, después del tratamiento con antibiótico me pondrían las vitaminas una diaria, ya que el musculo no resiste tanto.

No quería sentía mucho dolor, pero sabía que si me negaba iba a ser peor, las instrucciones eran muy precisas, tenia que ser exactamente cada 6 horas con un intervalo de error de 10 minutos máximo.

No quise montar show o espectáculo así que obedientemente me puse en la posición y ofrecí mis nalgas para que las inyectara, cada vez era más doloroso, lloraba y gritaba ya no me importaba lo que pensaran los vecinos o la misma Lorena, era mi forma de sobre llevar el medicamento.

Andres no le hacía mucha gracia y me pedia que por favor aguantara calladita, o que suavizara mis gemidos con la almohada, a lo cual lo mire muy rayada, y le conteste claro como no es tu culo, por eso lo dices, a lo cual solo abrió los ojos y me dio dos palmadas en la base de las nalgas donde se unen con el muslo.

-Mary se que estas muy dolorida, pero vos solita lo buscaste, a mi no me contestes así, trato de ser condescendiente contigo pero no te voy a permitir que seas altanera y grosera. No te azoto las nalgas porque están muy doloridas y ya me excedería, pero te voy a castigar nena malcriada, insolente y altanera.

Te vas a desnudar totalmente, y te vas al rincón bien pegadita a la pared con los brazos extendidos, sin bajarlos un milímetro hasta que yo lo diga, pero – Lorena me va a ver asi, dije sollozando, no me importa si te ve fue una fría respuesta.  

-Que esperas para desnudarte?, Es para hoy Mary…

-Me voy a enfermar porque me voy a enfriar

-Queres que te caliente un poquito, porque mi bombilla de “sin paciencia”, esta alumbrada, además aquí hay calefacción así que tu tranquila. Anda YA, es una orden

Me desnude, el tomo mi brazo y jaloneándome un poco me llevo al rincón, aquí te quedas nena malcriada, arriba los brazos y extiéndelos.  En esa posición sin moverte quietita, no muevas los brazos porque pobre de ti, no te azotare las nalgas pero si las piernas y los muslos.

Sentí que salió de la habitación, aunque dentro de mi pensaba que podría ser un truco para ver si yo bajaba los brazos, tenía una sensación rara entre vergüenza, incomodidad y excitación. Me dejo ½ hora así, cuando al fin dijo veni aquí.

El estaba sentado en una silla, y mirándome muy serio me dijo -te vas a quedar solo con este camisón sin ropa interior, el camisón era muy cortito apenas lograba tapar  muy justamente el trasero y la cadera. Así vas a estar disponible cuando tenga que inyectarte o tomarte la temperatura.

Recibí una llamada del trabajo, debo viajar y ausentarme por unos días, así que … lo interrumpí con lagrimas en los ojos y dije –Me vas a internar en un hospital con lagrimas en los ojos y baje la cabeza en señal de derrota. –A ver, déjame terminar lo que tengo que decirte, que cosa contigo Nena, no, no te voy a internar, pero si, voy a contratar un enfermero, porque  alguien tiene que continuar tu tratamiento al pie de la letra. El es Leonardo, es un recomendado de un amigo, me dice que es lo bastante exigente con sus pacientes.

Solo movi la cabeza como significacado de aceptación. Luego así como estaba me lance a sus brazos en busca de su abrazo contenedor, y al oído le dije me perdonas? Respondió mi abrazo con uno más fuerte, levantándome en el aire y diciendo por supuesto chiquilla mía, te perdono, tu sabes que no me gusta verte asi, pero tienes que controlar ese carácter mi cielo.

-SI tienes razón, dije yo, el me dijo así esta mejor mi nena chinchuda, ahora en la tarde viene al enfermero, te lo voy a presentar ya que esta noche tengo que salir de viaje, serán 2 días nada mas mi amor,

A la hora indicada llego el enfermero, la verdad al conocerlo me produjo algo de temor e inseguridad, parecía muy autoritario, su semblante era muy serio, en la frente tenia marcada las líneas de expresión del tanto fruncir el seño. Después de las presentaciones correspondientes, y de entregarle las instrucciones correspondientes, Andres dijo entre broma y realidad que se sintiera libre de disciplinarme si lo veía estrictamente necesario.

Al llegar al momento de la inyección, solo daba órdenes por favor póngase bocabajo, quiero que se ponga floja y no tense el musculo. Y sin más miramientos sobaba y zas de un solo golpe aguja en la nalga, luego inyecto a una velocidad bastante rápida que solo logro que yo emitiera quejidos y sollozos incluso mover la pierna, ante la cual no tuvo reparo en alzar su mano y dar un azote fuerte al mismo tiempo diciendo quédese quieta que se puede romper la aguja. Me quede muda, esperando que Andres le hiciera algún comentario del azote, pero solo silencio recibi como respuesta.

Andres se despidió dejándome con el enfermero, dándome un beso, y al oído diciéndome pórtate bien, o te va a calentar la cola porque esta autorizado por mi si te llegas a portar mal y corre riesgo tu salud.

Continuara.

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