AQUELLA PRIMERA VEZ

La primera vez de algo nunca se olvida, el primer beso, la primera relación sexual, la primera vez que nos rompieron el corazón, la primera vez que nos enamoramos, incluso el primer castigo.

Hoy recuerdo como si fuera ayer la primera vez que me “castigaron” aunque fue virtual, lo disfrute tanto o más como si hubiera sido en viva carne. Recuerdo como ese fin de semana que me quede sola, las órdenes empezaron, y yo ansiosa y excitada obedecía. Ponte bocabajo y bájate el pantalón de la pijama, fue la primera instrucción que recibí en un castigo con azotes, y  a pesar que no podía verme, no habíamos conectado la web Cam, solo leyendo a través de Skype, yo ciegamente obedecía, primero la regla de madera, después el cepillo y yo me azotaba tan fuerte como podía.

Pasaban los minutos y me dejaba descansar, luego volvía a comenzar, primero en la nalga derecha tantos azotes, luego en la izquierda, luego vas alternar… mi trasero cambio de color, era rojo, no tan vivo y llamativo pero si sonrosado y picaba lo suficiente con ese ardor característico sin que sea sufrimiento.

Estaba tan excitada, sorprendida de que yo misma hubiera seguido obedientemente todas las ordenes que me daba, aun sabiendo que no me vería, y que podría estar fingiendo, pero era tal la necesidad de complacerle, y de probar un castigo que me deje llevar.

Al final de esa sesión, aunque en el medio sentía pudor, vergüenza, insegura, con muchos complejos sobre mi cuerpo, todos esos sentimientos fueron acallados cuando quise demostrar que si me había dado los azotes tal cual me los había pedido, tome unas cuantas fotos de mis nalgas y las envié, y para mi sorpresa solo recibí halagos de dicha parte del cuerpo.

Este fue el comienzo para disfrutar de este maravilloso juego, a superar barreras mentales y poder entregarme sin temor de rechazo y yo misma superar límites de la mano con quien fue mi primer Spanker.

Sigo el camino, sigo evolucionando y la lección que me quedo es que puedo superar cualquier limite si me llevan de la mano y caminan conmigo a mi lado.