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domingo, 30 de abril de 2017

EL DIARIO... DIA 6 (RELATO)


¿Quieres saber como empezo todo? Haz click aqui: http://chicadesobediente.blogspot.com/2015/02/el-diario-dia-1-relato.html





Estoy escribiendo bocabajo, me duele mucho el trasero, finalmente  se terminó el tratamiento médico, tengo cita de seguimiento con la doctora en un mes, pero además de eso, nunca me imaginé que un tratamiento de inyecciones encerrara tantas cosas para mí, y que me llevara a descubrir muchas más cosas, me siento tan rara, pero el foro además de Diego me han ayudado a entender y sentirme aliviada al saber que no estoy loca, que no soy la única que le gusta todo esto. Hoy fue uno de los días más intensos de mi vida.

En la mañana Diego me envió un mensaje de texto, disculpándose por no haberse conectado o comunicado porque se le presento un problema con el celular o al menos eso es lo que dice, me pregunto si quería que me pasaba a buscar para ir juntos a la farmacia por la última inyección. Al principio dude, pero dije que diablos solo se vive una vez, le dije que okay, pero que yo quería ir caminando hasta allá, no quería ir en auto porque para mí, caminar era parte de mi ritual y me ayudaba a relajar a lo cual me dijo que no había ningún problema que no cambiaríamos nada de la rutina, lo único es que en lugar de acompañarme virtualmente lo haría en la vida real, y que sería mi apoyo moral para sostener mi mano, porque sabía que dolían y que hoy me podría doler un poco más… me quede en silencio como parte de mi respuesta, y pensé que cuando nos viéramos le haría mi famosa mirada USI 5550.

Llego por mí, y empezamos a caminar y charlar sobre muchas cosas diferentes a lo que nos unía en ese momento, quería conocerme más y yo a él, en la mitad del camino me detuve, me sentí nerviosa, empecé a respirar agitada, sentía que el corazón se me iba a salir del corazón estaba por tener un ataque de ansiedad. Diego se detuvo conmigo y de inmediato me dio un abrazo fuerte, de contención, supo lo que pasaba conmigo. Al oído solo me decía que me tranquilizara, que respirara, que él estaba conmigo y nada pasaría. Solo le dije no, no ya no quiero, devolvámonos a casa, no quiero que me pinchen, me duele mucho la cola, ya no quiero que me vean, y cuanto pensamiento paso por mi cabeza se lo exprese, incluyendo o citando tácitamente que no quería que el entrara conmigo porque me daba vergüenza.

Solo me abrazaba y me llevo a una banca cerca acariciándome la espalda, me dijo a ver, quiero que cierres los ojos e inhales profundamente y sostengas el aire mientras cuentas mentalmente hasta 4, luego exhalas despacio contando hasta 4 mentalmente, lo hice, me pidió que lo hiciera de nuevo y que lo repitiera unas cuentas veces, hasta que mi respiración se calmó y los latidos del corazón volvieron a la normalidad.

Me hablo de muchas cosas, y dijo que le explicara porque sentía tanto miedo o ansiedad, y como pude se lo dije, sin poder dar explicaciones muy detalladas, cuando termino de escucharme, me dijo entiendo todo lo que dices, pero dos puntos, el primero no te vas a saltar esta última inyección, no te dejo hacerlo y te llevo a la farmacia así sea arrastras,  porque es por tu salud, no por placer, es la última mujer, y si sé que te dije que te iba a doler porque el musculo esta resentido, no pretendía asustarte, pero es por tu bien, por lo cual no es negociable. Dos, si quieres no entro contigo para acompañarte cuando te pongan la inyección, pero créeme que mi interés es acompañarte, sostener tu mano y no meramente verte el cu… los glúteos. Te respeto lo suficiente para entender que si no quieres no voy a insistir, pero si te llevo a la farmacia y me cercioro que entres al cuarto, por todo lo que dije antes.

Asentí con la cabeza y más tranquila retomamos el camino a la farmacia, al entrar Marlen estaba en el mostrador y al verme me pregunto cómo estaba y que si no estaba feliz porque hoy terminábamos. Le dije que sí, pero que me dolía bastante, y que venía obligada y me reí, y le presente a Diego como mi pareja, que él quería cerciorarse que me iba a poner la inyección que si había algún problema que el entrara conmigo. Marlen se rio, y comento que era muy desconfiado, pero que no había problema, solo que el lugar era muy chico, pero ahí mirábamos como nos acomodábamos, y no recordaba que el lugar era estrecho, donde cómodamente solo cabían dos personas una de ellas acostada en la camilla.

Diego sonrió, le brillaron los ojos, una sonrisa pícara se dibujó en su rostro, instintivamente sabía que una idea había cruzado por su cabeza.

Marlen al vernos a los 2 y preparar la ampolla dijo, se me ocurre que para que estemos cómodos porque no te haces aquí, y señalo hacia una esquina de la camilla y tú te acuestas y yo aquí, parecía todo muy apretado, iba abrir la boca cuando…. Diego dijo porque no mejor yo me siento con la espalda a la pared, y tu nena te acuestas en mi regazo así me aseguro de que te pinchan bien porque no querías venir, y te tuve que obligar y soltó una carcajada tan contagiosa que nos hizo reír a Marlen y a mí. Marlen dijo sí, me parece bien.

Me desabotone el pantalón y me empezaron a temblar las manos como la primera vez, me saque los zapatos y como pude me acomode mientras me bajaba el pantalón, lo hice un poco nada más, mientras de reojo observaba como terminaban de cargar la jeringa, y 3 ml se llenaron , con la aguja amenazante hacia arriba.



Me estaba acomodando encima del regazo de Diego cuando él dijo, mira nena este pantalón esta apretado, y Marlen estará de acuerdo, que si te duele tanto la cola, es mejor aflojar, esta última será un poco pesadita… así que, me bajo el pantalón hasta un poco debajo de la base de las nalgas, lo mire como .. ¿Qué haces? Es para que estés cómoda y me guiño un ojo. Me acosté, y al hacerlo Diego bajo los calzoncitos hasta la base de las nalgas mi trasero expuesto, servido para que lo pincharan, sentí un escalofrió cuando Marlen empezó a desinfectar la zona, y sin menos pincho, lo sentí, me dolió esta vez y bastante, no sé si fue que cambio la técnica, lo hizo despacio, o que cosa que me hizo brincar encima del regazo de Diego con un Ay me duele a modo de sollozo… shh lo siento, tranquila… Diego me acaricio la otra nalga muy suave, cuando empezaron a inocular el líquido, y mis quejas fueron en aumento, me dolía y bastante, ya casi, Diego me decía respira nena, Marlen me decía no aprietes, no entra el líquido, hasta que dijo, tengo que volverte a pinchar, la aguja se tapó… ante lo cual exclame.. ¿Cómo? No por favor, no más pinchazos, lo siento Mary, de verdad se tapó la aguja porque tu apretaste tan fuerte el musculo que el líquido se devolvió y tapo la aguja, tranquila que solo falta centímetro y medio. No por favor, no más pinchazos volví a repetir con la voz quebrada, dejemos así.

Ante lo cual Diego aprovecho y dijo no nena, te aguantas, es la última ya lo hablamos, no negociamos, te va a pinchar la otra nalga. Y me dio una nalgada no muy fuerte, a lo cual Marlen la muy sapa, digo muy colaboradora dijo eso, un par de palmadas ayudan a relajar el musculo, no tuvo que decir nada más y Diego me proporciono 5 palmadas de moderada intensidad rápidas, Marlen paso el algodón y pincho, me hizo volver a brincar e inyecto rapidísimo, lo cual me hizo ahogar el grito y lágrimas resbalaron por mis mejillas, al mismo tiempo en la otra nalga el medicamento hacia efecto, sentía hervir la piel, ardor, lloraba en silencio me masajeo de nuevo, y Diego termino acomodarme la ropa, me levante y cuando me vio se sorprendió, me dio un beso en la frente, y dijo ahora te hago mimos y masajes preciosa, es por tu salud.

Nos despedimos de Marlen, salimos de la farmacia yo con la cola hirviendo, ardiendo, dolorida, limpiándome las lágrimas del rostro, seria y en silencio, algo enojada. Diego me acompañaba y me pregunto que me pasaba, le conteste muy enojada, no quiero hablar nada, de nuevo con paciencia me pidió que habláramos, volví a decirle que me dolía mucho el culo, como para hablar, era la primera vez que le contestaba tan agresiva y tan grosera, se sorprendió y su instinto fue mandar la mano a la cola y darme una palmada, suave, diciendo no me hables así, y si vamos hablar y dejar las cosas claras, pero no va hacer hoy, mañana cuando estés más calmada y proceses lo que estas sintiendo tu enojo es por otra cosa. Te acompaño hasta tu casa y cuando llegues vas hacer lo siguiente, te vas a poner paños de agua tibia en los glúteos, vas a dormir un rato, y después te vas a duchar con agua caliente de manera que te relajas y quiero que, estando desnuda, pienses en todo lo que ha pasado hoy y te dejes llevar con lo que sientas y te pida tu cuerpo. Llegamos al apartamento se despidió de mí, paso por su auto y se fue, ya dormí, me duche, y  al recordar con detalle todo lo que paso el día de hoy mi cuerpo pidió que aliviara la calentura que me había invadido, al volver a escribir, siento que tengo fiebre otra vez y debo darle alivio.

La charla que tenga con Diego mañana será muy interesante.



Hasta mañana.

FIN DEL DIA 6


Para continuar el siguiente dia haga click: http://chicadesobediente.blogspot.com/2017/05/el-diario-dia-7-relato.html

miércoles, 26 de abril de 2017

EN LA OSCURIDAD 2


Para leer la primera parte, haga click en este enlace. http://chicadesobediente.blogspot.com/2017/04/en-la-oscuridad.html






Desatas mis manos y antebrazos, quitas las almohadas, y pienso que el juego ha terminado, pero al desabrocharme el sostén, entiendo que el juego apenas comienza, has liberado mis pechos y pides que me dé la vuelta, al hacerlo llevas mis manos a la altura de mi cabeza, y las atas a la cabecera de la cama, luego decides que la bombacha estorba y la cortas.

Al mismo tiempo al oído me dice, no te preocupes, mañana te compro otra riéndose como un niño que ha cometido una travesura. Con delicadeza separas un poco mis piernas, te ayudas de un palo de escoba para atar los pies, dejándome inmóvil,  expuesta vulnerable. Esto me hace volar, la temperatura de mi cuerpo sube irremediablemente, a penas logro verte en las penumbras, mis labios se abren un poco, para exclamar gemidos ahogados, acercas tu boca y siento tu calido aliento  y me besas como si fuera la última vez, al retirarte y dejarme entusiasmada me dices ya viste suficiente, y vendas mis ojos dejándome en absoluta oscuridad.

Subes la apuesta del juego, me acaricias, pasas tu mano, luego con un pequeño flogger repite el recorrido a medida que acarician y sensibilizan mi piel, mi cuerpo responde, solo quiero que termine mi sufrimiento y cuando quiero hablar me recuerdas que lo tengo prohibido, y pellizcas uno de mis pezones a manera de advertencia sin hacerme daño. Ahora tu boca y en especial tu lengua es la que reemplaza tus manos y recorre de nuevo mi cuerpo.

Estoy a punto de colapsar, me torturas con placer, con algo que no esperaba, que no imaginaba, no sabía lo mucho que me podía excitar y elevar sentirme sometida a tu voluntad con la seguridad que no me harías ningún daño, con la suavidad de tus caricias, con tus toques, sentir tu cuerpo que desprendía calor junto al mío, sin poderte tocar, sin verte, sin hablarte, solo sabía que estabas ahí.

Entregada y rendida a tu voluntad un sonido familiar llamo mi atención, era el motor de un juguetito que me habías regalado, para usarlo  cuando tú me lo ordenaras, o estuvieras lejos y quisiera dar rienda suelta a mis deseos.

Lo encendiste y me preguntaste ¿sabes que es esto?, te voy a torturar hasta que pidas piedad, no pudiste reprimir una carcajada, tratando de mantener tu seriedad. Hoy será un día que no olvidaras, y depende del resultado puede ser el principio de una exploración más profunda de tus deseos escondidos.

Lo acercaste a mi pecho, colocándolo entre ambos montes, la vibración me hacía cosquillas al mismo tiempo que sensibilizaba la piel y los sentidos se ponían alerta,  no pude evitar reírme, al mismo tiempo tu mano aterrizaba en uno de mis muslos delanteros con moderada intensidad, con la advertencia esto es serio, no te reías.

El juguete siguió su camino hacia el sur, hasta la parte más sensible; encontró y se detuvo en el punto que me hizo estremecer, temblaba con fuerza, no podía ahogar más mis gemidos, las ataduras no permitían moverme con libertad, corrientazos pasaban por mi cuerpo, y la temperatura solo escalaba.

Cuando estaba punto de llegar, cuando se había acumulado, cuando el orgasmo era inminente, retiraste el juguete, no entendía lo que pasaba, con tono burlón me decía es para que descanses te veo muy agitada.

Cualquier roce me hacía brincar, la hipersensibilidad de mis sentidos, la piel me dolía por no poder satisfacer mis deseos, cuando me calme la tortura empezó de nuevo, otra vez casi hasta llegar, unas cuantas veces más me dejo al borde de la locura, de desear lo que se me estaba negando.

Estaba exhausta de acumular tanta energía, de llegar casi hasta el clímax y no poder dar alivio a mi calentura, las muñecas y pies estaban lastimados por la fuerza que hacía para intentar liberarme, no puedo más, siento que sino libero mi calentura voy a colapsar.

Como si leyeras mis pensamientos, me desatas totalmente recorres tu piel con tus manos, lengua, tus caricias son fuertes y suaves al mismo tiempo, las zonas erógenas las recorres con facilidad otra vez, acumulando energía, construyendo un clímax, has decido que es momento de estar dentro de mí, y de un solo empujón lo llevas a cabo somos uno solo en rítmicos movimientos, la temperatura escala, y con una frase al oído me dice ya puedes llegar, y como si mi cuerpo te perteneciera, estallo en placer con gemidos ahogados por ese placer tan intenso, tiemblo toda bajo tu cuerpo, dejándome llevar por las oleadas eléctricas que recorren mi piel, sintiendo como también has llegado al clímax llevándome contigo, minutos que son infinitos, hasta que el cansancio nos vence dejando nuestros cuerpos colapsados por placer.


Una vez despiertos y un poco descansados, decidimos batallar nuevamente en la cama, de manera tradicional, más vainilla que nos hace elevarnos y volver, finalmente terminamos y me dice un día de estos, búscate otra imagen de algo más que quieras intentar, porque esta imagen nos llevó al infinito y más allá.


FIN

martes, 25 de abril de 2017

EN LA OSCURIDAD








Estoy preparando mi siguiente entrada para el blog que escribo, me gusta que mis relatos tengan imágenes, música, de alguna manera poder transmitir lo que pienso y siento, mis relatos reflejan lo que siento, lo que tengo en la cabeza, a veces  en el corazón, desnudo lo que hay en mi mente cada vez que escribo.

Al teclear las palabras, spanking, bdsm, azotes, esposas buscando la imagen perfecta para el relato que deseo escribir, miles de imágenes aparecen, de todo tipo y todo calibre, unas demasiadas explicitas, otras que las considero violentas (yo) pero hay una, una imagen que llama mi atención, y le doy click, me lleva a un sitio con más imágenes y relatos, experiencias lo cual despierta en mí una curiosidad increíble, y me dejo llevar por lo que veo, por lo que leo, empiezo a imaginarme que soy yo la de la imagen, no puedo evitar que mi temperatura suba, siento el calor en mis mejillas.
Siento tu mirada en mi espalda que se clava fijamente en mi espalda, siento un escalofrió recorrer mi piel, te conozco, te siento cada vez que te acercas a mí, aun sin verte, sé que estás ahí, la conexión que tenemos es increíble, y a veces difícil de explicar.  

Llevas un largo rato observándome, y logras mirar que es lo que me tiene  cautiva y concentrada en la pantalla del computador. Te acercas a mí y me das un tierno beso en los labios, preguntándome que estoy haciendo, a lo cual te miro, me sonrojo y te digo, haciendo una investigación para mi próximo relato.

Me sonríes, y me pides que me levante al tiempo que me agarras del brazo con delicadeza, me das un beso y me abrazas, tus brazos y manos toman vida propia, y recorren mi cuerpo, bajan hacia el sur y se cuelan entre la ropa, y compruebas lo que estabas sospechando, la humedad y la temperatura de mi cuerpo me delata, solo sonríes y decides aliviar la calentura que me afecta, y como dice la canción, nos estorbo la ropa y dimos rienda suelta a los deseos que nos consumían, son minutos que se convierten en  horas, tenemos energía, esta vez es distinto, no puedo dejar de pensar en esa imagen, es como la leña que alimenta este fuego que necesita ser extinguido.


Han pasado varios días, desde ese momento, y a veces vuelvo aquella imagen la observo y pienso si debo hacer un relato, fantaseando con la imagen, finalmente otros pensamientos ocupan mi mente y decido dejarlo para otro momento.

Hoy he llegado a nuestro hogar, todo es completa oscuridad y mi primer pensamiento es... no pagamos la factura de la luz, pero al escuchar el ronroneo de la nevera compruebo que todo está en orden, en ese momento oigo tu voz, seria, varonil, pidiendo que entre a la habitación donde estas, por tu tono me doy cuenta que has tomado tu papel de Spanker, aquel que conozco también, y solo puedo pensar y ahora ¿que hice?

Al llegar a la habitación solo distingo tu sombra en la oscuridad, me pides que no encienda la luz, que simplemente siga tu voz y obedezca tus órdenes. Quédate quieta, no te muevas me lo dices mientras te acercas a mí, siento el calor de tu aliento en mi cuello, al mismo tiempo que dices te tengo una sorpresa, vamos a recrear la imagen que viste, sé que has fantaseado mucho así que vamos a probar algo diferente.

Lentamente empiezas  a desnudarme, hasta dejarme en ropa interior, me pides que ponga los brazos detrás de la espalda, siento algo suave que sujeta mis muñecas, y sube hasta mis brazos, me estas atando, me llevas a la cama y me ayudas acostarme bocabajo, estratégicamente has colocado almohadas debajo que permiten alzar mi cadera, me siento un poco intranquila, mi respiración se agita, me siento vulnerable, a mi cabeza vienen esas imágenes que no me gustaron, no me siento bien, tengo miedo, la oscuridad no ayuda, casi no veo, solo siento tu mirada en mi espalda, no haces nada, no dices nada, me dejas allí, después de minutos que parecieron horas, sentí el peso de tu cuerpo al sentir la cama hundirse, al oído me dices tranquila, confía en mi al tiempo que tus manos se posan sobre mi trasero, y lentamente bajas la ropa interior hasta la mitad, pienso que me vas a pinchar, pero atada, cosa que nunca habíamos hecho antes, y solo espero, pero nada, solo allí, hasta que siento tus dedos acariciar mi cuello, tocándome cada una de las vértebras, juegas con la hipersensibilidad de mi piel, llegas a mi trasero y por micro segundos tus dedos se cuelan en lugares prohibidos y olvidados, la mano decide tomar vida propia nuevamente y baja a mi lugar favorito, tus dedos y tus manos juegan con tan sensible parte, mi miedo se transforma en placer, mi cuerpo responde a tus caricias, y decides detener el juego. Solo protesto diciendo no hagas eso, a lo cual  1 solo azote me hace entender que no estoy en posición de protestar. Al oído  me dices silencio.


Continuara...



lunes, 24 de abril de 2017

PEQUEŇA ENCUESTA







Estos últimos he estado curioseando las estadísticas del blog, y además de sentirme más feliz que una mirla en un cerezo; he visto que la serie que escribí "Crónica de una inyección anunciada" es la más popular entre mis lectores, así que estaba pensando, en subir el primer relato que escribí, el primero y al que más aprecio le tengo, con el cual también me fue muy bien pero solo es de medical, todavía no tiene nada de bdsm o el mundo spanko, tal vez algo muy incipiente y sutil. Es una serie de 5 capítulos, escrita en Junio de 2011.

El link que les dejo, los lleva directamente a la encuesta. :)



Gracias!!


Editado: Gracias por las respuestas que he recibido, pero por favor los que han votado por otros, me podrian dar una idea de que es "otros" El universo es tan grande, que no se si quieren cuentos de hadas jajaja. Muchos besos para tod@s y gracias nuevamente

sábado, 22 de abril de 2017

CLASES DE SPANKING (RELATO)








Hace un tiempo conocí un hombre muy interesante por internet, nos conocimos a través de un sitio interesante, para personas con ciertos gustos, fantasías, fetiches en cuyo sitio todos los integrantes nos sentíamos a gusto, en un ambiente amigable sin nadie que nos juzgara, el sitio era o es de fetiches médicos. 

Hablamos durante meses a través del chat del sitio y un día decidimos conocernos, y jugar un rato. Fijamos la fecha para un sábado de septiembre, donde jugaríamos a ser paciente y médico. El juego resulto bien, y entre los dos hubo química después de conocernos personalmente.

Continuamos nuestra amistad, la cual evoluciono en algo más, y al ser pareja le confesé mi gusto por el bdsm, propiamente el spanking lo cual llamo su atención, cuando le explique que me gustaba que me dieran chirlos en la cola; se sorprendió y bromeamos al respecto.

Cada día introducía el tema sutilmente, deseaba que me diera chirlos, que me castigara, pero él me decía que sentía incómodo ya que lo consideraba maltrato y violencia contra la mujer.

Con paciencia le explique todo el tema del consenso y que no se trataba de golpearme, simplemente chirlos y con ciertos límites, y cuando se animó a darme unos chirlos le gusto hacerlo.

Poco a poco lo fui introduciendo en el mundo spanko y después de una sesión combinada de medical y castigo pensé que sería bueno que mi emergente Spanker tuviera unas clases en el tema.

Después de hablarlo con mi pareja, le gustó la idea, y decidi ponerlo en contacto con quien fue mi primer Spanker, a quien aprecio y estimo, y que además tiene mucha experiencia en el tema. Al hablar con él me dijo que si, como favor a mí, además que no le disgustaba la idea de darme un par de “chirlitos”.

Cuando todo estuvo hablado, donde el me explico todo lo que iba a ocurrir en la sesión, además de volverle a recordar todos mis limites los suaves y los duros, al final quedamos en que la sesión se llevaría el siguiente sábado en la tarde. Le dije que quería probar el cinto, y que no deseaba marcas, propiamente maratones entre muchos otros límites.







El sábado llego más rápido de lo que le hubiera gustado a mi trasero, al llegar a casa de mi amigo y después de la visita de rigor entramos en asunto, explicándole todo a mi nuevo spanker, y a mi diciéndome que si necesitaba usar la palabra de seguridad lo hiciera, y que fuera obediente con sus instrucciones, finalmente la clase empezó.

Se sentó en una silla y me pidió que me recostara en su regazo, me acerque sintiendo un nudo en el estómago, entre temor y gusto, me hice sobre sus rodillas y el castigo comenzó con un calentamiento encima del short que tenía. Palmadas suaves y rítmicas que indicaban un calentamiento.

Después de unas cuantas palmadas decidió bajarme el pantalón y comenzar esta vez un poco más fuerte, hasta cuando decidió bajarme la ropa interior, y ya con la cola desnuda, las palmadas continuaron rítmicas, la piel tenía un color rosado medio, mientras él le explicaba a David mi pareja cual era el movimiento, donde se daban los chirlos en los glúteos, cuando se cansó  con la mano, me indico que me acostara en la cama, y comenzo de nuevo con el castigo esta vez con la paleta, flogger y varios instrumentos mas, cada vez que comenzaba con un juguete nuevo me pedia me pedía que identificara del 1 al 10 cuanto era el dolor que sentía, variaba la intensidad en los azotes y constantemente revisaba mi piel, cuando llego el momento del cinto, sentí miedo, curiosidad y morbo, me  imaginaba ese cuero tocando mi piel, empezó despacio y pidio que los contara , para mi sorpresa los disfrute, y descubri que no son tan miedosos, a menos que se use la hebilla.

Después de muchos azotes e instrumentos la piel de mis nalgas mostraba un color peligrosamente rojo, donde Felipe dijo que la sesión había terminado, que solo quedaban un par de azotes con la mano, ya que si seguíamos inevitablemente quedarían marcas, lo cual fue mi limite duro desde un principio, David y yo estuvimos de acuerdo en terminar la sesión después unas palmadas con las manos. 

Me mando al rincón con el pantalón bajo, mirando la pared, reflexionando sobre mi comportamiento. Al cabo de unos minutos me ordenaron que me acostara en la cama, y fue David quien aplico una generosa porción de cremas sobre mis nalgas castigadas, rojas y calientes.

Fue una sesión interesante, estaba siendo castigada por mi ex spanker bajo la atenta mirada de mi nuevo spanker, quien estaba muy interesado en aprender como castigar mi travieso trasero, tuve dificultades al sentarme para tomar el café, porque aunque no quedaron marcas si sentía molestia, pero me gustaba.

Ahora cada tanto se me recuerda que quieren practicar lo que aprendio en esas clases de spanking, porque a veces soy una chica desobediente.


FIN

martes, 18 de abril de 2017

UN TRATAMIENTO INTEGRAL

Este es un relato que escribí y publique en el año 2012 en un foro de medical http://www.bajatelospantalones.com/index.php/foro/27-miembros/24770-un-tratamiento-integral bajo el Nick de curiosa, en base a un juego virtual con uno de sus integrantes. Hice un par de modificaciones al relato original.




  
Hace días he visto a Zeus bastante pálido, cada día que pasa le cuesta más comer, y beber le duele su garganta, y a pesar de que le he insistido que se abrigue, que tome jarabes y pastillas para los malestares, el muy testarudo no hace caso, hasta que finalmente su organismo no da más, de manera que se ve obligado a ir Urgencias y lo inevitable le han recetado cinco inyecciones una diaria.

Al verme, con cara de acongojado y bastante asustado me entrega la receta y me dice: me han recetado inyecciones, antibióticos 5 en total y de esas que duelen un montón. Con algo de enojo y compasión en mi voz le respondí y ¿qué esperabas? Si no te cuidaste, no hiciste caso a mis recomendaciones pues ahora te van a doler las nalgas lo siento y además, te llevaras un castigo adicional por cada inyección que te ponga para que la próxima vez aprendas a seguir recomendaciones, pero y ¿qué clase de castigo me espera pregunto?

Ya lo sentirás, por ahora quiero que te acuestes bocabajo en la cama y bájate el pantalón, ve preparándote mientras yo alisto la inyección, me miro con ojos que va al matadero ante lo cual solo le dije, ya verás que es un pinchacito solo será un momentito, túmbate que no es nada del otro mundo.

Mientras él se acostaba y bajaba su pantalón yo lentamente sacaba los frasquitos de su empaque, uno decía agua para inyección, y el otro un frasquito con polvitos blancos, hasta mí me daba algo de nervios... Lentamente le quitaba la cintilla al frasquito con el agua y me encargue que Zeus viera todo el proceso pinché la tapita de goma y empecé a aspirar la totalidad del agua, después volví a pinchar el frasquito con los polvitos se hacía una mezcla de leche viscosa, después con un pedacito de algodón agarre el frasquito entre la tapa y la base y empecé agitar fuertemente la mezcla asegurándome que no quedaban grumos o burbujas, mientras lo hacía con la otra mano hale su ropa interior de un solo tirón, dejando su culete completamente desnudo, hasta la base, luego aspire ese líquido blanquecino y viscoso en la jeringa, 1 , 2, 3, 4, 5 cm cúbicos, luego cambie la aguja por una un poco más larga para que llegara al músculo profundamente y le dije esto ya está listo, cuando te diga inhalas aire bien hondo hasta cuando yo te diga, al tocar su nalga con el algodón se puso dura como una piedra, le dije por favor flojito y cooperando…relájate…. O te dolerá más a lo cual me dijo está bien le di un par de palmadas a esas nalgas bien formadas, propias de un ejercicio juicioso, ante lo cual se relajó en ese momento le dije respira ya, y cuando tomo aire, zas la aguja perforo tan tersa piel se escuchó un ligero uhhhhh, ante lo cual le respondí shhh no te quejes que esto no es nada, ahora quiero que soples y empecé lentamente a inocular tan viscoso medicamento… sopla, sopla cariño…. Ayyy me duele, sácala, auuuuuu por favor para, sus constantes suplicas indicaban que el dolor iba en aumento… yo solo le decía tranquilo... Shhh ya casi acabamos y con mi otra mano le daba suaves nalgaditas en la otra pompa.. Eres muy valiente, lo haces bien… ya queda 1 ml, vamos auuuuuu ya por favor no más curiosa… hasta que finalmente terminamos, saque la aguja de su nalga despacio, muy despacio para que el medicamento no se devolviera, y apreté firmemente con el algodón esparciendo el medicamento ante lo cual seguía quejándose por el dolor. Termine con un besito en su nalga pinchada.



Bueno ahora quédate acostado unos minutos... Voy a traer algo, fui a la habitación contigua, y traje conmigo un par de almohadones, se lo pase y les dijo por favor póntelos debajo de las caderas, te voy a castigar, te daré unos cuantos azotes por no escuchar mis recomendaciones te enfermaste por testarudo y niño rebelde pues te tratare como tal, en este momento los pinchazos no son suficiente castigo, ante lo cual me dijo si lo se he sido malo, y debo ser castigado.

Mientras cuidadosamente él se colocaba las almohadas, yo buscaba los elementos necesarios, el cepillo, la regla de madera, la varita delgadita y fina, y verlo ante mi entregado a su castigo, esas nalgas tan bien formadas, redonditas, musculosas pedían a gritos muchas cosas… más pinchazos, azotes y muchaaaaaaaaaaaaas cosas más … le dije te voy a vendar los ojos no quiero que veas nada, solo que sientas y escuches todo a tu alrededor.

Vende sus ojos y lentamente empecé a darle rítmicas palmadas con mi mano, su trasero iba cambiando de color, a rosado, primero en una nalga y después en la otra después alternando entre sí, con cada palmada su trasero se movía al compás… empezó a suplicar, me duele ya no más por favor, ya entendí.
Solo le dije shhh calladito, no te quiero escuchar tu castigo no ha terminado hasta que ya yo lo decida, para un momento y suavemente lo masajeaba tratando de calmar su dolor, mis manos se extendían por toda su piel, empezaba a sentirse caliente y rosada, después nalgaditas cariñosas, pero le dije todavía no está suficientemente rojo para mi gusto.

Después que se recuperó un poco, ahora conocerás la reglita... Siéntela, es pesada, sientes que esta algo áspera, bueno esta arde bastante, con esto castigaban a nuestros padres en las manos, roce la regla contra sus nalgas y se estremeció, sus nalgas se encogieron, ya sabía lo que venía. … estás listo pregunte? Me dijo si, y con esto empezó otra tanda de azotes con la regla, alternando entre si su piel de rosado, era rosada oscuro empezó a desprender calor, empezó a quejarse nuevamente cada vez con más volumen, ayyy, auuuuuu, ouch, para, para por favor suplicando implorando que parara, yo hacía caso omiso a cada una de sus quejas y seguía castigando tan lindo culito, porque ahora estaba siendo pinchado por terco.

Terminamos con la tanda de reglazos para y nuevamente pare para mimar tan lastimado trasero, estaba rojo, caliente, lo masajeaba con cariño… y le decía esto me duele más a mí que a ti; trataba de aliviar su dolor y le dije después de este castigo vendrá una rica hidratación para tu piel.

Luego de la reglita siguió el cepillo otra buena tanda al igual que con la regla, donde con cada azote brincaba, cada azote picaba más que el anterior y después de una buena tanda volví a darle descanso siempre masajeando, sintiendo su piel, la curvatura de su cola, lo firme que estaba… le dije queda la varitaaa y para esto te quitare la venda de los ojos, me miro nuevamente implorando piedad con sus ojos, pero los castigos hay que cumplirlos para que sean efectivos, levante la varita en el aire y empecé a abanicarla en el aire sssssssssss sssssssssssss ssssssssssssss se escuchaba, hasta que al fin aterrizo en su nalga le dije, las vas a contar para y mi, y si te equivocas volveremos a empezar, serán solo 10, vamos-- 1, 2, 3 ………………. 8 cada vez le costaba más trabajo, 9 casi inaudible, 10 … hemos terminado. Su piel se veía roja y al tacto hervía de calor, pero no habían marcas, así que le pedí que se levantara y se pusiera sobre mis rodillas el con su rostro completamente rojo entre vergüenza y excitación se cubrió su parte delantera y se puso en mis rodillas, en mis manos puse una cantidad generosa de una crema extra humectante, y suavemente la pase por sus adoloridas nalgas, no dejándome ningún rincón de su piel, mis dedos daban ligeros golpecitos, para que su piel absorbiera la crema, yo estaba maravillada viendo lo que tenía delante de mí. Me entretuve un buen tiempo aplicando el tratamiento hidratante.

Ahora quiero que te pares enfrente mirando hacia la pared, quiero contemplarte una vez más, además creo que necesitas una inyección relajante/sedante para que puedas dormir bien. Mientras miraba la pared contemplaba tan maravilloso trasero, y al mismo tiempo preparaba la inyección; esta vez pequeña de 2.5 ml, cuando termine le dije ven aquí, se dio la vuelta cubriéndose sus partes nobles con el rostro igual de rojo que su culo… se acostó en mi regazo desinfecte la zona, no pudo evitar exclamar un pequeño quejido, su piel aún estaba algo lastimada, al tiempo que un par de palmaditos diciendole respira querido mío y con un golpe certero la aguja dentro del glúteo, lentamente inocule hasta última gota, frote nuevamente  y al oído le dije muy suavemente ya te puedes vestir…

Colorín colorado este cuento ha terminado


martes, 11 de abril de 2017

MUCHAS GRACIAS!





El tiempo pasa muy rápido, dos años pasaron en un abrir y cerrar de ojos, la verdad no puedo creer que sea 2 años más vieja y tenga 2 años menos que vivir jajajaja. Fueron 24 meses en los que vivi muchas experiencias, mi vida dio muchos giros, y por diferentes razones me aleje de este mundo y del medical, digamos que aun ando un poco retirada, pero no puedo negar que ver 106 mil visitas en este blog que empezó como un desahogo y plasmar todo lo que pasaba por mi cabeza, llegara a tener tanta popularidad jajajaja (si que falta de modestia). Al leer, veo que deje relatos inconclusos, lo cual me parece inaceptable, por lo cual he decidido darles un cierre y ya después veremos.

Escribí esta entrada porque moría de ganas de volver a escribir y agradecer por estas visitas, realmente no se imaginan lo mucho que me alegran el alma, y me animan a continuar, independiente si es sobre estos temas o incursionar en otros.

Gracias por leerme, y me harían muy feliz si alguna vez dejaran un comentario.