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miércoles, 21 de diciembre de 2022

Relato Navideño

 



Daniel y Noelia vivían en un país en el cual era inmigrantes. Noelia había sido trasladada y promovida en su trabajo y Daniel había llegado buscando una nueva vida. Su interés mutuo los llevo a una página de internet donde personas de diferentes nacionalidades intercambiaban experiencias, relatos sobre un gusto en común.

Ellos acordaron en intercambiar regalos y pasar el día de navidad juntos compartiendo tradiciones culturales y familiares.

Noelia quería hacerle un regalo especial a Daniel, algo que el realmente pudiera disfrutar sin sentirse culpable o comprometido de alguna manera. El recientemente se había quejado de que su celular había quedado obsoleto, y no actualizaba las diferentes aplicaciones que eran lo que tenían conectado con su familia. Ella decidió indagar y parecía muy motivado por comprar un celular de gama media, que además se veía muy bien, pero no tenía todo el dinero ahorrado y no quería endeudarse demás así que ese sería el regalo para él, algo que el usaría, y que disfrutaría.

Por su lado, Daniel no sabía que regalarle a alguien que en teoría lo tenía todo, su presupuesto era muy limitado, y lamentablemente el esperaba una especie de aguinaldo que nunca llego, por lo tanto, su presupuesto era muy ajustado, se devanaba la cabeza pensando en que le regalaría, y que ella realmente le gustara, sabía que Noelia era muy diplomática, y nunca despreciaría un regalo delante de él, y que siendo ella quien era, le tendría una super sorpresa, tenía claro que por las fiestas todo estaba más costoso, pensó en escribirle un poema, pero desistió, él no era escritor o poeta, tal vez hacer algo, fabricarlo con sus manos, pero no le daba el tiempo y todavía era nivel principiante para regalar algo adecuado.

Noelia, estaba enamorada profundamente de Daniel, era lo que ella buscaba, un hombre trabajador que la respetara, que la amara, pero lo mas importante que entendiera y compartieran las mismas locuras, al mismo tiempo ella no era indiferente a las inseguridades de Daniel.

Era nochebuena hacia frio y era tarde. Daniel estaba estresado, ansioso y bajoneado porque no quería llegar con las manos vacías, y se lamentaba de su situación económica, inmerso en sus pensamientos hasta que un mensaje de texto de Noelia lo saco de sus pensamientos preguntándole que le gustaría cenar. Daniel empezó a leer todas las conversaciones que había sostenido con Noelia desde que intercambiaron números de teléfono, y en un momento tuvo una idea, era arriesgada, pero decidió hacerle caso a su instinto y ya tarde en la noche, rezo porque donde necesitaba ir todavía estuviera abierto, y la fortuna le sonrió, porque estaban a punto de cerrar cuando el entro y compro lo que necesitaba.

Puso sus compras en una pequeña bolsa de navidad que reciclo del año pasado, y se encamino hacia casa de Noelia con su regalo, antes escribió un papelito a manera de tarjeta. Luego de cenar, y conversar, el reloj indico la media noche con sus campanadas a lo lejos, se abrazaron, se besaron y se felicitaron mutuamente.

El intercambio de regalos era lo siguiente se sentaron en frente de la chimenea y mirándose a los ojos Noelia le entrego el regalo a Daniel quien lo abrió con precaución, cuando se dio cuenta que era el celular que él quería una sonrisa se dibujó, sus ojos brillaron, pero luego de segundos se apagaron, se sintió culpable, sus miedos e inseguridades se apoderaron de él, ¿qué le podía  ofrecer a Noelia?, cuando su regalo no le había costado mas que un par de dólares.

Noelia estaba ansiosa por recibir su regalo, como niña pequeña no podía dejar de mirar la pequeña bolsa navideña, y Daniel le pidió que mejor le diera un tiempo para darle un regalo mejor. Noelia no acepto, y le rogo que le diera su regalo, porque el intercambio se trataba de regalar algo que la otra persona pudiera disfrutar y gustar, por eso le regalo el celular, no por un tema económico.

Tanta fue su insistencia que Daniel acepto y le entrego el regalo, Al abrir la bolsita los ojos de Noelia se abrieron como platos, brillaban como estrellas en el firmamento y una sonrisa que transmitía felicidad, picardía, deseo y más.

Leyó la nota que decía: “Mi amor, vos sabes que no tengo mucho dinero ahora, pero lo que nos permitió encontrarnos en un mundo de gente es este interés, gusto mutuo que quiero siempre compartir contigo. No necesitamos de roles, o de juegos para disfrutarlo. Te amo”.




 después de leer la notita con sus ojos algo húmedos por lagrimas que se contenían en sus ojos, Noelia saco una jeringa de 5 cm con una bolsita de agua bidestilada. Al mismo tiempo Daniel buscaba algodón y alcohol.

Cuando todo estuvo preparado, en frente de la chimenea, con el crepitar y calor del fuego, Noelia se acostó bocabajo, bajo su pantalón dejando a la vista sus pompas cubiertas con ropa interior color rosa, y con su vista fijada en las manos de Daniel como picaba la bolsita y empezaba a llenar la jeringa 1 cm, 2 cm, 3 cm, 4 cm, 5 cm. Cuando estuvo llena, cambio la aguja, apunto al cielo y una gotita se asomó por el ojo de la aguja. Tapo la aguja con la tapita y la dejo aun lado

Lentamente sin ningún apuro, Daniel lentamente empezó a desnudar las pompas de Noelia, sus dedos rozaban delicadamente la piel, admiraba lo que tenia en frente, y disfrutaba cada segundo, Noelia disfrutaba de sentirse vulnerable, entregada, empezaba a entrar en un trance donde solo quería complacer a Daniel, sus dedos tocando su piel mandaban impulsos eléctricos. Daniel bajo toda la ropa interior hasta la base de los muslos, dejando la cola lista para ser pinchada, se agacho le dio un beso, y procedió a limpiar con algodón de manera circular, y al oído le pregunto. ¿Estas lista? Ella casi con un suspiro le dijo si, Daniel pico, y le dijo empiezo a inocular. Inmediatamente Noelia pudo sentir como cada centímetro dolía, se quejaba, y Daniel solo la consolaba asegurándole que ya era menos, que la amaba, Noelia disfrutaba y padecía el mismo tiempo, para la mitad imploro que por favor parara, y Daniel le dijo que lo haría de manera temporal, y le pidió que se dejara inyectar los 5 cm completos, mientras le daba un tierno beso en los labios, y posteriormente en la otra pompa. Noelia se rindió y dijo si, con lo cual Daniel procedió a pinchar e inyectar como en la primera pompa, y despues de terminar la inyección, sobo. Masajeo las pompas de Noelia, y en frente de la chimenea Daniel y Noelia dieron rienda suelta a sus deseos.

colorín Colorado este cuento se ha acabado.

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