Todo empezó
hace como 2 meses antes de que llegara el invierno, un medico amigo mío me dijo
que para prevenir enfermedades de tipo respiratoria como una fuerte gripe y mi
tendencia a estas, además de no estar acostumbrada por clima y cambio de
estaciones, me sugirió y me indico que me pusiera 3 vitaminas inyectables de
complejo B. Que si después me enfermaba, no me quejara, porque ya no terminaría
con 3 sino con 6 y algunas más dolorosas si se llegaba a complicar, palabras
más palabras menos me a tuviera a las consecuencias.
Cuando me lo
dijo me quede pensando porque las que venden aquí son en polvos, que se diluyen
con lidocaína, son muy dolorosas así que mucha gracia no me hizo, además ando
algo renuente respecto a las inyecciones, o temas médicos en general, evito a
toda costa ir al médico aquí en Buenos Aires. (Nada personal, ni de desconfianza, solo que
me genera una ansiedad y estrés increíble, miedo).
Decidí llamar
a mi novio quien es estricto y a veces algo cuadriculado, serio y como saben yo
soy muy risueña, bromista así que le digo que parece que hubiera tenido
formación militar, porque es ferviente advocado de la disciplina, siempre me
contestaba cuando menos lo pienses vas a saber que tan estricto y severo puedo
ser con vos si no te comportas, a lo cual me rio y le pongo la canción “no me amenaces” siempre termina con
una sonora carcajada, y contesta deja de provocarme, solo me rio y le digo no
sabes cómo me gusta provocarte.
Como en toda relación hemos tenido algunas desavenencias
y cuando es por algo que hice o deje de hacer donde él me haya advertido antes siempre
me decía, un día de estos Mary, un día de estos voy a corregirte como nena
porque te comportas como tal.
Aun
conociéndolo decidí llamarlo a contarle a grosso modo y omitiendo ciertos
detalles le transmití la recomendación que me habían hecho.
Andrés: Mary
compralas, y yo te inyecto cuando vaya a capital.
Pero es una
recomendación, sugerencia Andy, yo no quiero, además me siento bien, tú lo
sabes.
Andrés: Te lo
recomendó un medico no lo dije yo, así que obedecé, compralas, pareces una nena
pequeña, ya veremos qué pasa, y vos no estás
bien, lo sabés y te lo he dicho mas de una vez, no comes bien, no duermes,
largas horas de trabajo, y muchas otras cosas mas, asi que no discutas y hace
lo que te digo.
Claro que soy
una nena Andy, no soy un varón :burla:
Andrés: Ya
esta, suficiente! Compralas, cuando lo hagas nos vemos por skype y me las
enseñas.
Bueno, bueno
pero no te enojes… ya las compro en la farmacia, cuando llegue te mando un
whatsaap para que te conectes…
“Mi novio es
algo desconfiado, por eso quería verlo por cam, el vive en provincia, así se
aseguraba que yo no le hiciera trampa”
Después de
esa forzosa recomendación, Salí rumbo a la farmacia, pensando, meditando, como
evitarlas, escabullirme; realmente no las quería, duelen y mucho, mi lado
rebelde se impuso y quería ver que tan lejos Andy podía llegar, hasta que punto
cumpliría sus amenazas.
Las compre, y
resignada le mande el mensajito, nos conectamos, me pidió ver las ampollas, las
jeringas, la bolsa y el recibo, que desconfiado es… me dijo buena chica, aunque
estas de suerte linda porque bueno tengo que salir de viaje por trabajo unos
días, cuando regrese coordinamos para ir yo a capital a verte principalmente e
inyectarte.
El tiempo
paso volando, se fue de viaje durante
este tiempo charlábamos por skype cada vez que tocaba el tema de las
inyecciones yo le cambiaba el tema y hablábamos de otra cosa, luego regreso nos
vimos, salimos a bailar, luego a cenar, fuimos a un sitio cuyo slogan es entras
caminando y salis bailando, dan clases de tango asi que pasamos una buena
noche, entre risas y bromas y la suerte se puso de mi lado porque olvido el
tema de las inyecciones, y yo no las mencione de hecho las guarde tan bien, que
ya ni recordaba donde las había puesto.
Seguía
pasando el tiempo casi 2 meses después y cuando pensé que el invierno estaba
amainando una de las olas polares que que enfrió tanto el país, hizo su terrible efecto,
y lo inevitable paso… me enferme con una fuerte gripe… fiebre literalmente me
tumbo a cama y todo lo demás, le conté a una amiga que ya sabía de todo, y me
dijo, que irresponsable eres, te mereces un chaz – chaz como me reía al
escuchar esta expresión.
Yo por mi
lado guardaba absoluto silencio, las conversaciones con Andrés eran por texto
por whatsaap, esperando mejorar sin que él lo supiera, era consciente que si me
escuchaba por teléfono, o me veía por skype se daría cuenta y bueno se enojaría
mucho, hasta ese momento el no sabía que
yo estaba enferma y yo al médico me le escondí, compre de esos productos libres
para la venta y lo empecé a tomar.
El siguiente
sábado, me llamo por teléfono y ya le tuve que contestar, noto mi voz afectada,
y me pregunto qué me pasaba, le dije que estaba un poco resfriada… en ese
momento cual película hizo flash en su cabeza, se acordó de las inyecciones.
Se enfado, me
reprendió, no me grito porque sabe que eso lo detesto, pero me hizo saber su
enojo, me pregunto como estaba, que si había ido al médico, le dije que no, y
bueno… creo que colme su paciencia, solo dijo ahora no puedo hablar con vos,
estoy furioso y no quiero decir nada de lo que tenga que lamentarme, así que
mañana viajo a capital y “hablamos” personalmente este tema. Al decir esto un
escalofrió recorrió mi cuerpo, sabía que había ido lejos a costa de mi salud,
termino la conversación con abrígate, tomate algo caliente, no salgas a la
calle y mañana a las 10 estoy en tu departamento. Chau! Colgó el teléfono y yo
me quede en un estado de shock.
Continuara…
Para leer la 2 parte haga click en este link http://chicadesobediente.blogspot.com/2014/11/cronica-de-una-inyeccion-anunciada-2.html
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