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martes, 24 de mayo de 2022

MI VECINO

 

Este relato es muy especial para mí, fue el primero que escribí por allá en el 2011 y su primera publicación fue en un foro que se llamaba Bajate los Pantalones BLP, bajo el pseudónimo de Curiosa. Este relato tiene una continuación con dos partes más, pero no estoy segura de publicarlos. Déjenme saber en los comentarios si les interesa leer un poco más de esta historia. 





Todo comenzó una noche al llegar a mi apartamento después de un día muy extenuante en la oficina, era la época de elaboración de presupuesto para el siguiente año, esto hacía que las jornadas de trabajo fueran muy largas y extenuantes, llegaba alrededor de la medianoche a casa, después de haber parqueado el carro me dirigí hacia el ascensor y vi que las puertas se estaban cerrando entonces alcance a ver una persona dentro de él y grite  por favor espere, esta persona sostuvo la puerta del ascensor y cuando llegue me di cuenta que la persona que había visto era un médico por el  uniforme, además por el logo que tenía en este, supe que era médico de urgencias del hospital universitario (reconocí el logo, en esa universidad había estudiado yo).  Solo le dije buenas noches y gracias a lo que él me contesto con una sonrisa y añadió son Buenos días, ya son las 12:10 a.m. me sonreí y dije si tienes razón.

Me bajé en mi piso y él continuo en el ascensor, y pensé no sabía que teníamos médico en el edificio, me reía sola, porque mi imaginación empezó a revolotear con lo que esto significaba y mi particular gusto sobre ciertos temas.

Varios días continuaron así, nos encontrábamos más o menos a la misma hora unos minutos más temprano y otros más tarde charlábamos en el ascensor y me entere que vivía exactamente un piso más arriba, que llevaba varios años como jefe de urgencias del hospital universitario y así nos fuimos haciendo amigos siempre bromeábamos sobre la universidad, los vecinos y de nuestros trabajos yo le decía mis errores se pueden corregir, reversar, ajustar los tuyos son más complicados de solucionar.

Debido a las extenuantes jornadas, el stress del trabajo, una dieta no muy balanceada, los cambios de clima y las pocas horas de sueño, empecé a debilitarme, me sentía mal, completamente desganada, y supremamente agotada, hasta que un buen día amanecí completamente disfonía, tenía tos, malestar general y un poco de fiebre pero no le di mucha importancia y así me fui a trabajar dure dos días en este estado sin seguir dándole importancia, además hacia como 4 días no me cruzaba con el doc., hasta esa noche, cuando me encontré con él.

Al saludarme, intente hablar pero ni un poquito de voz salió, así que solo sonreí y lo salude con la mano, el muy serio me pregunto ¿hace cuanto estas así? y con señas le indique que 2 días, a lo que contesto, ¿ya te vio un médico?, menee la cabeza indicándole que no, inútilmente trataba de hablar pero nada salía, para decirle que no se preocupara, que yo me sentía bien, el como si me hubiera leído mi pensamiento me dijo, eso que tienes puede ser muy serio, toco mi frente y estaba algo caliente, me dijo con cierto tono de enfado en su voz, tomate una aspirina y mañana a primera hora bajo a tu apartamento y te reviso, NO puedes ir a trabajar.

Esto me dejo muy nerviosa, ansiosa, etc. además con insomnio con el tema de la revisión y consulta de tan especial Doctor.

Muy a las 7 a.m. tocaron el timbre yo ya estaba despierta y arreglada, tenía toda la intención de irme a trabajar, no quería quedarme en casa de pensar, primero que estaría sola todo el día y segundo pues todo el trabajo que se acumularía a mi regreso, cuando abrí la puerta era el, con un maletín en la mano, pero sin su uniforme, pero si con una bata blanca a penas me vio me dijo no pensaras ir a trabajar ¿o sí? Estas incapacitada, no te preocupes yo te hago la certificación por enfermedad, me pregunto como seguía, y yo todavía sin ningún atisbo de voz le indicaba con señas que estaba bien e inmediatamente le ofrecí una taza de café recién preparado me dijo gracias pero no tomo café, además tu deberías estar en cama esperando a que yo te revise, este comentario me puso muy nerviosa entre otras cosas, a continuación, me dijo quiero que te cambies y te pongas algo cómodo, préstame por favor tu celular que mientras tú te cambias yo le mandó un mensaje de texto a tu jefe diciéndole que no vas a ir a trabajar que estas en licencia de enfermedad por orden médica y que vía correo electrónico le envías copia de la incapacidad.

Al ver lo serio que estaba solo obedecí, me cambie a la velocidad de la luz y justamente cuando termine de hacerlo él entro en mi habitación y el examen y revisión comenzó, me tomo la presión, escucho los latidos de mi corazón, reviso mi respiración, examino mi garganta, mis oídos etc., etc., cuando pensé que había terminado con la revisión me dijo ahí se me olvidaba debo tomar tu temperatura, que anoche estabas con fiebre, esbozo una sonrisa, me mostró el termómetro y yo abrí mi boca, el solo me dijo con una amplia sonrisa no por ahí no es por favor date la vuelta curiosita que este termómetro ira en tu trasero; al oír esto mis ojos se abrieron por completo enrojecí de inmediato, y pronto me puse muy pálida. Entré en una especie de trance de todo lo que sentía, los nervios, la ansiedad, el morbo todo en un instante, el solo me decía tranquila es el método más fiable y preciso de todos, será un momentito nada más… anda ponte bocabajo, finalmente accedí baje el pantalón de mi pijama y después mi ropa interior dejando completamente descubiertas mis nalgas, introdujo el termómetro lo dejo unos minutos y al cabo de este tiempo miro y me dijo.. Umm esto no me gusta tienes fiebre, ya te puedes vestir.

Ya terminada la revisión con voz enfadada me decía: Es el colmo “Curiosa” tienes la laringe completamente inflamada además uno de tus pulmones está muy comprometido tienes una infección en los bronquios muy fea y tu como si nada no le das importancia y te vas a trabajar, bla, bla, bla.

Después de tan largo argumento y regaño saco su recetario y me dijo: Mi querida curiosa he de recetarte de manera inmediata y urgente 2 medicamentos ambos son inyectables  IM y deben ser administrados hoy así que yo mismo te los aplicare como buen vecino que soy, considérate con suerte mujer porque  hoy es mi día de descanso, y no es por alardear pero me han dicho que tengo muy buena mano jejeje y aunque mis errores son más complicados de solucionar a veces tienen ciertas ventajas que el tuyo no ofrece.  Me hizo un guiño bastante coqueto. Yo solo seguía inmóvil en un trance y completa incredulidad de todo lo que algún día pensé, se estaba haciendo realidad.

Préstame el teléfono linda y ya llamo a la farmacia para que me traigan a domicilio los medicamentos, asentí con la cabeza y empezó a marcar luego escuche su conversación con el farmaceuta creo yo y le dijo si necesito una ampolleta de este medicamento y un antibiótico de 2.400 unidades, si por favor y las respectivas jeringas, no, no se preocupe que yo seré quien las inyecte al escuchar las palabras antibiótico solo quise gritar, pero no podía, mis ojos imploraron misericordia y mi rostro solo denotaba angustia. Al verme en un estado de nervios total, solo sonrió y me dijo, tranquilízate preciosa, tienes que relajarte o sino te dolerá una barbaridad. Ya verás que en un momento pasa todo esto, trata de relajarte ¿bueno? Además, sí que eres afortunada seré yo quien te pique las pompitas, y te las pondré con mucho cariño.

A pesar de que trataba de tranquilizarme no podía lograrlo a medida que pasaba el tiempo solo estaba más nerviosa y otras sensaciones de por medio, me pregunto donde guardaba el alcohol y el algodón y le indique a través de señas donde estaban guardadas, las encontró y las puso encima de la mesa de noche justo al lado de la cama.

Pasaron 10 eternos minutos y sonó el citófono, mi corazón se aceleró, pensé llego el de la farmacia, llego el momento de la verdad, el atendió la llamada sí que suba, finalmente llego el mensajero recibió los medicamentos, pago y lo despidió.

Entro nuevamente a mi habitación  y me dijo empezare con la ampolla del medicamento que había solicitado y comenzó a preparar la inyección enfrente mío, vi como rompía el cuello de la ampolla y llenaba la jeringa con aquel liquido los respectivos golpecitos en la jeringa hasta que una gota salio de la aguja y me dijo bueno princesa ya la primera esta lista, prepárate para tus dos inyecciones así que ponte bocabajo y bájate los pantalones de la pijamita, lo mire a los ojos tratando de ganar un poco más de tiempo pero solo me dijo “al mal paso darle prisa”.

No me quedo otra sino hacer lo que me indicaba, él se acercó a mí, se sentó en la cama y con toda la calma del mundo bajo mi ropa interior dejando al descubierto por completo las nalguitas, al oído me pregunto donde quieres que te la ponga y con la mano le señale la derecha acto seguido escondí mi cabeza entre los brazos, y comenzó el ritual empezó a frotar el algodón sobre mi piel, dio 4 golpecitos fuertes y rápidos e inmediatamente clavo la aguja, no sentí el pinchazo, me dijo ya tienes la aguja ahora empezare a inyectar el medicamento ponte flojita por favor, al decir esto empezó a inocular de manera lenta me ardía y dolía, pero pensaba que esto no era nada con lo que seguía después, el solo me decía shhhhhh tranquila ya casi acabamos falta muy poco, finalmente saco la aguja y masajeo con el algodón.

Ahora mientras esperamos 3 minutitos, voy a prepararla la otra y tratando de aliviar la tensión jocosamente me dijo no te vayas a ir. No me hizo ninguna gracia este chascarrillo y no tenía como hacérselo saber.

Me quede inmóvil bocabajo con las nalgas desnudas tratando de sobrellevar el dolor mientras el preparaba la segunda inyección, temblaba de nervios, placer, y sobre todo estaba muy ansiosa porque yo se cuan dolorosa es, de reojo veía como introducía la aguja en el frasquito con agua para la inyección hasta que llenaba la jeringa, después como introducía esta agua en el frasquito de polvitos blancos y  mezclaba los polvitos con el agua, enseguida como agitaba el frasquito, con mucha agilidad y precisión, en ese momento ya no quise mirar más y enterré mi cabeza en la almohada, sentí como se me acerco, paso una mano por mi espalda y me dijo quiero que trates de estar muy relajada, no tensiones ni aprietes el músculo ¿OK?, bonita.

Nuevamente paso el algodón en la pompa izquierda y la froto con movimientos circulares, los mismos golpecitos de antes y clavo la aguja muy rápida y como la anterior no la sentí, volvió a decirme la aguja ya está adentro, deberé inyectarte un poco más rápido porque o sino se cristalizara y será peor y en ese instante empezó a inyectar tan viscoso y denso medicamento cada vez me ardía más y más, quería gritar pero mi voz no respondía, el dolor era insoportable trataba de no moverme y estar relajada pero me costaba mucho trabajo, al mismo tiempo el solo me decía con voz cariñosa al oído, tranquilízate, relájate ya casi terminamos linda, cuenta mentalmente hasta 10 yo solo me quejaba en silencio y lágrimas caían sobre mis mejillas por tan horrible dolor que se extendía por toda mi pierna, finalmente termino, retiro la aguja y empezó a masajearme con el algodoncito, hemos terminado hermosa.

Me subió la ropa, seco mis lágrimas y al mismo tiempo en un tono paternal me decía ves lo que te pasa Curiosita por descuidarte y andar solamente trabajando y pensando en presupuestos que ni siquiera son tuyos, pero no te preocupes que yo te cuidare y te inyectare cuantas veces sea necesario, ¡¡para eso somos VECINOS!!

Y ese fue el comienzo de una muy interesante amistad.

Para leer la parte 2 haz click aqui: Parte 2

6 comentarios:

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