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Después de que mi buen vecino me diagnóstico y me inyecto; estuvo muy pendiente de mi hasta que estuve completamente restablecida. Cada vez que me veía llegar tarde me decía: ¿no querrá que la inyecte de nuevo verdad, Srta.?, yo solo sonreía con cierta picardía y le decía mientras no sea el antibiótico que tanto le gusta recetar Doctor me arriesgare.
Una tarde llegaba yo a casa, y como tenía pico
y placa ese día no tenía el carro, llegaba a pie por la entrada de la calle del
edificio y vi a Nicolás en la recepción de este, se despedía de una chica que
disimuladamente se masajeaba el trasero e inmediatamente pensé pobre la acaba
de inyectar, en fin, la chica se despidió y salió, en la cara y en su caminar
se le veía que estaba muy adolorida, así que me acerque y lo salude.
¡¡Hola Doc!!
¡¡Hola Curiosa!! ¿Estas enferma? llegaste temprano
¿Necesitas que te inyecte?
No para nada, yo me encuentro muy bien gracias
a tus cuidados. En seguida pregunte, ¿esa chica que acaba de salir es paciente
tuya?
Si, bueno no, es la sobrina de un profesor de
la U, que le mandaron inyectar un Benzetacil por una afección en la garganta,
¿te es familiar? y como no tenía quien la inyectara me pidió el favor a mí,
¿Cómo lo sabes?
Ah bueno vi que se estaba masajeando la cola y
por la cara que llevaba además como caminaba veo que le dolió mucho, y tú que
dices que tienes buena mano jejeje
Tienes alguna queja ¿curiosita?
No, no yo ninguna para nada
Claro que le dolió ese medicamento es muy
fuerte, además no se quedaba quieta y me toco darle un par de nalgadas fuertes
para que no se moviera, no falto nada y casi rompe la aguja y por poco se
cristaliza el medicamento, no tuve más remedio
Sabes te veo un poco pálida, segura no
necesitas una revisión. Estoy seguro necesitas una inyección tal vez una
vitaminita... Un complejito B te caería de perlas…
No, no, no… yo me siento divinamente y no
quiero molestarte, pero aprovecho para invitarte a tomarte un té, sé que no
tomas café para agradecer tus atenciones conmigo, hoy me acorde que no te pague
los medicamentos que me hiciste el favor de pagar tú, ese día estaba tan
adolorida pase por grosera y aprovechada, así que por favor acepta mi invitación
además te devuelvo el dinero que lo tengo en el apto.
Claro que acepto la invitación de mi valiente
paciente, y por el dinero no te preocupes, que sé que estabas en otro mundo ese
día.
Continuamos con la charla informal y subimos al
apto, me dijo sabes no quiero té, ¿no tienes vino? Si, si tengo este me lo
regalaron recientemente y me dijeron que es muy bueno. Lo miro y asintió con la
cabeza, lo abrimos y lo servimos en dos copas, hablamos de todo y llego un
momento en que me miro a los ojos y me dijo sabes, me encanta todo el tema
medical, realmente me apasiona, creo que en parte por eso decidí estudiar
medicina, me encanta ver a las pacientes nerviosas, como se bajan la ropa etc.
este tema es realmente fascinante para mí. Lo mire como diciendo ¿por qué me
cuentas esto a mí? Interpreto muy bien
mi mirada y respondió, sé que a ti te gusta también, a pesar de que estabas
asustada y muy nerviosa pude ver que te estaba causando mucho placer, dime
estoy equivocado o ¿no? Me quedé muda, y por los efectos del vino respondí, no
estas equivocado.
Con una amplia sonrisa me dijo, lo sabía,
encontré una compañera de juegos y ante esto no pude evitar soltar una sonora
carcajada y le dije ¿ah sí? A lo que él me dijo mírame a los ojos y dime que no
quieres jugar y jamás volveré a tocar el tema. Lo mire a los ojos, me perdí en
ese océano y casi inaudible le conteste SI, quiero jugar.
Mi vecinito estaba feliz, no lo podía
disimular, me dijo todo lo que le gustaba hacer, aunque me aclaro que a la hora
de trabajar era muy serio y comprometido con la causa aunque aprovechaba
ciertas situaciones como se dio en mi caso, para aprovechar al máximo, seguimos
hablando durante mucho tiempo de lo que nos gustaba sobre estos temas y ya
terminando la velada me dijo quiero que cerremos con broche de oro esta velada,
te pondré una inyección, te aplicare el complejo B que sé que necesitas y ya
veremos qué haremos en los próximos juegos.
Estaba asombrada ante la petición de mi querido
vecino, estaba muy emocionada pero también nerviosa y asustada, porque he leído
de lo mucho que duele, le pregunte, ¿no podemos empezar con suero? Que sea algo
suavecito, y ante esta inusual petición no pudo evitar reírse y solo contesto, ¡¡no
seas cobarde!! Estoy seguro de que lo disfrutaras mucho.
Me tomo de la mano y me dijo subamos a mi apartamento
que allá tengo todo lo necesario. Cuando llegamos entro a su habitación y
regreso con el maletín, se sentó en el sofá y delante mío empezó a preparar la
ampolla y como ese liquido rojo llenaba la jeringa además del olor característico
a vitamina, cuando termino de prepararla me dijo bájate los pantalones y
colócate sobre mis rodillas y como zombi solo obedecí, el bajo mi ropa interior
para dejar descubiertas completamente las pompas, froto el algodón impregnado
de alcohol en la pompa derecha, procedió con sus características palmaditas y
clavo la aguja, después empezó a inocular y vaya que sentía dolor, pero a la
vez sentía muchísimo placer. El solo me decía shhh tranquila, relájate y
disfruta linda.
Finalmente termino, me sobo la nalga, subio la
ropa interior y me dijo ya te puedes levantar ha sido un placer inyectarte mi
querida paciente, me levante, me subí los pantalones le di le di las gracias y
un besito en la mejilla, por tan especial velada y enseguida agendamos otra sesión
donde habría algo más que inyecciones.
Continuará
Para ver la continuacion haz clicl aqui :Parte 3
No imaginas cuanto me encantan tus relatos
ResponderBorrarMuchas gracias! Es un halago saber que te gustan mis relatos. Me anima a escribir y a subir mas relatos. Voy a subir la tercera parte pronto.
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