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miércoles, 12 de noviembre de 2014

UN CAPRICHO DEL DESTINO .. 2 (RELATO)

PARTE 2

Previamente en Un Capricho del Destino: Por temas laborales un viaje repentino a Buenos Aires, después de meses sin verme con mi Novio a.k.a Spanker, le di la sorpresa, a lo cual el me respondió con otra sorpresa me llevo a su casa totalmente a ciegas, y en una habitación me hizo desvestir para lo que sería una jornada inolvidable para mi y que nos cambiaria la vida a ambos.

Estando en esa situación, me sentía entre nerviosa y excitada los minutos se me hacían lentos y ya me empezaba a cansar de estar de pie, me dolía la cintura, no sé cuantos minutos pasaron hasta que al fin escuche su voz grave. Ven aquí, muy despacio me dirigí a donde supuestamente escuchaba su voz, caminando muy despacio además al estar esposada no me sentía tranquila, porque soy muy torpe y temiendo una caída no deseada, caminaba a paso de tortuga, a lo cual dijo no tenemos todo el dia, apresura el paso.

Estuve tentada a responderle de mala manera, diciéndole que si me caía y me lastimaba era su culpa, y cuanta mala palabra o respuesta indebida se me paso por la cabeza, pero algo había cambiado, me sentía sometida a su voluntad y calle. Cuando me acerque le pregunte si podía hablar a lo cual me respondió que no, que todavía no era el momento.

Al acercarme a su lado me halo hacia su regazo, dejando mis nalgas totalmente empinadas, y a su merced, me pregunto… trajiste el agua bidestilada contigo ahora verdad? A lo cual con un murmullo conteste afirmativamente y pensé ahora ese es mi castigo, esa inyección duele bastante, y me va a dejar la cola adolorida por un buen rato. Al mismo tiempo me dijo si en algún momento te duele demasiado o sientes que te vas a bloquear pronuncias la palabra de seguridad, que para mí siempre ha sido Barcelona.

Empezó a sobarme la cola, con movimientos unas veces rápido, otras veces lento, de manera circular, y al mismo tiempo decía que lindo culo tienes Mary, es apetecible y aquí lo tengo a mi entera disposición, puedo hacer lo que quiera con el. Estas palabras hacían que escalofríos recorrieran por todo mi ser,  que mi entre pierna se humedeciera mas, era una situación donde los nervios, morbo, placer hacían un festín con mi salud mental.

Durante minutos me sobo y manoseo hasta que vino el primer azote con sus manos, sentí como sus manos se retiraban de mi cola y en nano segundos otra vez estaban sobre mi piel, al primer azote que no fue tan fuerte brinque y me queje por la sorpresa a lo cual Carlos contesto esto hasta ahora comienza, estoy calentándote el culo… un nuevo azote cayo sobre mis nalgas, y varios mas, subiendo la intensidad, a veces azotando al comienzo de las nalgas donde si dolía bastante. Después de 20 azotes se detuvo y esta vez me pidió que me arrodillara en el rincón, por 10 minutos (antes coloco un almohadón porque sabe que tengo problemas en las rodillas y me puede afectar seriamente). De manera erguida sin apoyarme en los talones, con la cabeza agachada y las piernas levemente separadas.

Esos 10 minutos se me hicieron como 10 horas, esa postura me agotaba bastante, y cada vez que intentaba cambiarla o moverme me decía si te mueves te quedas 10 minutos más, hasta que aprendas a seguir una instrucción.

Después de los 10 minutos me llamo a su lado y esta vez desabrocho mi corpiño, dejando mis pechos al aire, y luego de manera muy lenta empezó a bajar la bombacha, al tiempo que hacía comentarios positivos de la misma, que linda y que dulce, eres muy tierna, eres una nena en el cuerpo de una mujer adulta. Al fin llego a mis tobillos la bombacha quedando totalmente desnuda ante él, me sentía perdida, porque no podía verlo, no me había quitado la venda.

Cuando me vio desnuda y mi frente se se dio cuenta que mi pubis no estaba totalmente depilada, había salido corriendo de viaje y desde que me había ido de Buenos Aires, había perdido la costumbre, solo atino a decir tsss, tsss, tsss las nenas no tienen pelitos aquí, halándome un poco haciéndome brincar, pero no te preocupes ya lo suponía y lo vamos a solucionar.

Nuevamente me halo hacia su regazo y me dijo sabes que traje, tus amigas las palmetas de cuero que dejaste a guardar conmigo, te extrañaban tanto y ahora llego el momento del reencuentro, solo que ahora mi querida nenita las vas a contar, y como no se te escuche claro, volvemos a pensar porque yo ya no escucho bien, estamos gatita?

“Nota: A mi Spanker le gusta decirme gatita, no como  un juego de pet play, sino porque dice que yo parezco una gatita en mi comportamiento”

Si papi conteste, y ante esto el primer palmetazo que cayo sobre mi nalga derecha respondí uno, le siguieron 9 más en la misma nalga, y cada vez mas subía la intensidad y me decía mira que bonito una nalguita coloradita y la otra blanquita, que lindo contraste, pero ahora la blanquita necesita color y otros 10 palmetazos cayeron sobre mi nalga izquierda, me sobo un buen rato masajeando y estrujando a veces con fuerza, y cuando pensé que había terminado, otros 20 palmetazos cayeron sin previo aviso alternado entre ambas nalgas y al principio de estas.

Me empezaba a doler y a picar, ya me sentía incomoda, y en la punta de la lengua tenia la palabra de seguridad, paro me masajeo y me empezó a retar mientras me decía que era un castigo merecido que hacía muchos meses lo venia buscando, por la forma en que me estaba comportando, que había sido un acuerdo entre los dos aplicar el castigo, que me había portado mal, que muchas estando chinchuda por tonterías habíamos terminado discutiendo de manera muy fea, al punto de debilitar nuestra relación.

Sabía que tenía razón y me sentí mal así que empecé a llorar, de dolor y de sentimiento porque sabía que el castigo había sido merecido, y me dijo lo siento mucho nena, aunque llores el castigo aun no termina, vamos en 60 azotes y tengo planeado 100 para ti.

Nuevamente me mando al rincón con la cola bastante roja y dolorida, sintiéndome mal de haberme portado mal, y de sentirme castigada como una nena pequeña. Esta vez inclinada la cabeza hacia la pared y la cola empinada. Estando en esta posición empezó a jugar abriendo y cerrando las nalgas, pasando sus dedos por mi vagina, percibiendo su humedad y de manera divertida decía, no estas sufriendo el castigo, lo estas disfrutando, al mismo tiempo con sus dedos húmedos se desplazaron hasta por encima del ano y lo masajeo por encima… te gusta verdad?

Me sentía tan avergonzada de que se diera cuenta, y dentro de mi insultaba a mi cuerpo por haberme traicionado, y mentalmente decía no, no estoy disfrutando el castigo, lo sufro me duele y no me gusta.

Pasaron los minutos y esta vez me tomo de la mano y simplemente me dijo que apoyara mis manos en la silla que pusiera el culo en pompa y que bajo ningún aspecto retirara las manos de la silla, o el castigo lo íbamos a repetir entero.

Me coloque como me ordeno y dijo ahora le toca al turno al cepillo de madera, te ha extrañado tanto que ahora te viene a saludar. Y comenzó fuertemente a azotarme con el cepillo en total 15 cepillazos que me hicieron gemir y llorar mas, sentía que quemaban mi piel, aunque cada 5 cepillazos paraba para masajearme un poco, al tiempo que yo levantaba los pies después de cada azote teniendo cuidado de no despegar las manos de la silla.

Al fin terminaron los cepillazos y respire aliviada, para mi sorpresa me hizo sentar en su regazo y aunque con cierta dificultad lo hice me mimo diciéndome lo mucho que me amaba, que a el no le gustaba castigarme, que sufría verme llorar, pero él me había prometido un castigo y lo tenía que cumplir, que yo era su nenita, que quería cuidarme y protegerme sobre todo mi salud, sabía que no había estado bien, y los viajes no estaban ayudando para mi total recuperación, sus palabras me hicieron llorar aun mas. Me mimo como 15 minutos entre caricias, besos tiernos y palmaditas suaves en la cola, cada vez me sentía más pequeña, vulnerable estando desnuda y esposada.

Al final me dijo ahora viene el final de los azotes pero quiero que sepas que el castigo aun no termina, recuerdas lo que acordamos cuando fueran faltas severas verdad? Tímidamente conteste que si recordaba.

En la habitación había una camilla, me hizo subir a ella y me dijo recordas que me hablaste de un tratamiento para la gente con depresión o aburrida, incluso que vos y yo añadimos que para personas chinchudas y caprichosas.. Bueno busque unas ramas de sauce y aquí están serán 25 azotes con estas ramas. Puedes llorar.

Y comenzó con los ramasos sobre mis ya calientes y coloradas nalgas, como picaban esas ramas, llore cual niña pequeña sin poder contenerme ya, a cada golpe lloraba mientras los contaba. Al final el numero que había estado esperando. 25 grite aliviada. Me quito la venda de los ojos, me sobo me puso crema súper hidrante, con un poco de vaselina en ciertos lados y me masajeo fuerte para evitar cualquier hematoma.  Luego de esto me abrazo y permitió que siguiera llorando hasta que me calmara.

Así estuvimos como 30 minutos, hasta que dijo bueno falta el final del castigo, una inyección de agua bidestilada, de 5 cm cúbicos, se que te va a doler y más después de los azotes pero ya lo habíamos acordado, aun lo aceptas? Si conteste yo al saber que si lo habíamos hablado, acordado y que muy merecido lo tenía.

Paso el algodón y como picaba sobre la piel aun caliente, colorada y adolorida por los azotes previos, mire de reojo como preparaba la inyección, como cargaba la jeringa y al final esa aguja afiliada apuntando al cielo. Salió un chorrito de agua, dio 3 palmadas y zas inyecto, al penetrar la aguja me dolió un poquito pero cuando empezó a empujar el embolo sentí dolor, como me quemaba y sentía que la zona se dormía un poco llore y gemí suplicando que sacara la aguja. Pero en pocos segundos termino la inyección, y termino con otro masaje sobre la zona del pinchazo.

Me baje la camilla y al buscar mi ropa para vestirme, no la encontré y al preguntar por ella me respondió no la necesitas por ahora, está guardada y solo yo se dónde está. Una sonrisa maliciosa se dibujo en su rostro, con lo cual no pude evitar sonrojarme, sabiendo que me iba a quedar desnuda a su entera disposición.

Esta vez se acerco a mi tomo mi mano y la llevo a su entrepierna, donde me di cuenta que estaba bastante excitado, un bulto grande en su pantalón. Ahora quiero que me hagas sexo oral como tu sabes hacerlo, quiero que alivies la tensión que tengo.

Traje el almohadón me arrodille y lentamente baje el cierre de su pantalón, baje lentamente el pantalón y su ropa interior mostrándome un pene grande, erguido y muy grueso, levante la vista y me dijo lo extrañabas verdad, al mismo tiempo haciendo un guiño. Me lleve a la boca tan preciado órgano y como si fuera el más delicado dulce lo chupe, lo succione, lo sacaba y lo metía, escuchaba la respiración agitada de Carlos. Quien al mismo tiempo acariciaba mi cabeza y mi cabello. Varios minutos siguieron deleitándome con su órgano, hasta que dijo basta no quiero acabar en tu boca.

Me llevo a su habitación, nuevamente me acaricio todo el cuerpo, chupando mis pezones, tocando cada uno de los rincones de mi cuerpo, mi excitación iba en aumento, necesitaba que estuviera dentro de mí y así se lo dije. Lentamente separo mis piernas y me penetro suave gemi de placer, después de tantos meses nuevamente estaba dentro de mi, al principio era lento y luego mas rápido hasta que después de varios minutos donde me ordenaba gritar y gemir, acabo dentro de mi. Nos quedamos abrazados mimándonos mutuamente.

Me dijo tengo otra sorpresa para ti, un médico y un enfermero  vienen en camino tal cual ya lo habíamos hablado. Vienen a las 5 p.m. mientras tanto vos vas estar así, desnuda y me vas ayudar con unos quehaceres de la casa y vas a preparar la comida.

Pero antes, tenemos una tarea pendiente por hacer, vamos a quitar todos esos pelitos desagradables, las nenas no tienen eso, y tú no los tienes por qué tener. Le pedí a una señora depiladora de mi entera confianza que venga a la casa y te lo haga.  Así que ve al baño y date una buena ducha para que estés limpiecita cuando la señora venga a depilarte.

Pero me da vergüenza, yo no quiero que me vean desnuda, bueno tu ya has ido a una depiladora y te dejaron en bolas no es verdad? Si conteste yo, pero es que, es que nada. Si quieres te pones una remera y ya está. Prepárate que la señora no demora en llegar.

A los 15 minutos tocaron a la puerta….


Continuara?

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