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lunes, 1 de mayo de 2017

EL DIARIO DIA 7... (RELATO)




¿Quieres saber como empezo todo? Haz click aqui: http://chicadesobediente.blogspot.com/2015/02/el-diario-dia-1-relato.html








Otro día paso, y cada día está más intenso que el anterior, anoche tuve que dormir bocabajo, el dolor de la inyección casi no me deja dormir, afortunadamente los paños de agua tibia, y un par de ibuprofenos hicieron efecto, cuando desperté ya no me dolía tanto mi pobre trasero, el dolor del musculo va cediendo.

Al levantarme lo primero que hice fue mirar mi cola en el espejo, veía los puntos de mis inyecciones y mirándome en el espejo, mi mente volvió a repasar, y solo pensaba que a pesar que me había dolido, que había llorado, también me había sentido avergonzada que me hubieran inyectado como a una nena, de alguna manera me gusto, y no me disgustaba la autoridad que tenía Diego conmigo, como lograba imponerse, y esas palmadas, aunque no fueron fuertes, tampoco suaves,  al sentirlas, solo fueron una experiencia nueva que sensibilizo mis sentidos, tal vez al final al no poder procesar lo que sentía y me gustaba, simplemente estar a merced de quien me pinchaba y quien se aseguraba que me dejaran pinchar, además de tener que mostrar mi trasero a desconocidos, Diego era la primera vez que lo miraba, pero sé que él no me miraba propiamente el derrier, él estaba midiendo mis reacciones, que tan resignada y obediente era, como estaba procesando todo esto. Tengo que admitir que si me sirvió de apoyo por sus palabras, me acariciaba la espalda y el cabello y que estar allí me hizo sentir bien, y despertó sensaciones que no conocía.

Estaba inmersa en todas estas reflexiones cuando escuche timbrar mi teléfono, el identificador de llamadas mostraba que era Diego, conteste algo indiferente igual estaba un poco enfadada con el pero ya se lo diría personalmente. Al hablar me pidió que si nos podíamos ver en esa cafetería donde nos habíamos conocido por primera vez, que quería hablar conmigo. Le dije que bueno, que nos veíamos a las 5 y media de la tarde, mis vacaciones estaban por terminar y quería hacer algunas cosas antes de volver a trabajar. Nos pusimos de acuerdo y yo seguía con mis diligencias, la verdad, aunque ya había pasado el dolor, cuando algo me tocaba fuerte, me dolía, no era algo intenso, pero si dolía.

La hora llego y al encontrarme con Diego a la hora indicada, me invito a tomar un café y a charlar, empezamos por conversar acerca de lo que había pasado en la farmacia y le dije toda mi reflexión de la tarde, pero que además estaba enojada porque me había tomado por sorpresa, al bajarme pantalón y ropa interior sin que lo hubiéramos hablado, cuando lo que habíamos acordado era solo mirar y que me tuviera la manito, me dijo que si, que yo tenía razón y que no volvería a suceder, pero que la oportunidad que se presento era única, y que al final yo también había accedido con cierto gusto, lo cual no era mentira.

Durante esta conversación además me pregunto cómo me había sentido yo cuando me dio las nalgadas una para relajar el musculo y la otra cuando suavemente me dio una palmada a manera de castigo por haber sido grosera, le conteste que me había gustado, que no sabía porque, pero que eso y estar en sus rodillas me habían provocado sensaciones muy fuertes, solo asentía con la cabeza, y  recordó cuando hablamos de lo que había sentido y pasado en este tratamiento médico, en el cual él estuvo desde el día 1 o 0 antes de empezar.

Además aseguro que él sabía que yo tenía cierta disposición y actitud sumisa, que era obediente por naturaleza, pero que era muy rebelde, necia, testaruda, además de gustarme el tema medical un poco y que esa combinación lo tenía hipnotizado porque él era Dominante, que le gustaba el spanking y que había un rol que le gustaba mucho y era con el cual se identificaba, pero que por ahora no me decía, que no me quería asustar, y al decir esto solo se rio, asegurando que más adelante me lo diría, que el quería que habláramos mucho y nos conociéramos, que le enviara lo que había escrito en el diario hasta el día de hoy, y me dijo que buscara en internet e investigara acerca de lo que es ser spankee, sumisa, Little girl, y todo lo relacionado al bdsm, y que en una próxima charla habláramos y le preguntara. Me proporciono un par de links para yo entrar a leer y sugiero que además me hiciera algún tipo de perfil en un sitio bdsm del cual el hacía parte para que pudiera investigar un poco más, que resulto siendo un sitio argentino.

Al terminarse nuestra reunión me dijo, sabes Mary, quiero ser muy claro y honesto contigo, y tal vez me esté apresurando un poco porque no sé si después de lo que te mande investigar y hacerte el perfil quieras volver a saber de mí, aun así, quiero que sepas que no estoy interesado en ningún tipo de relación sentimental, amistad y una buena amistad nada más, de lo que pase más adelante si se dan las cosas, te lo digo porque cuando te metes en este mundo hay personas que no pueden dejar el corazón de lado y sufren, yo no quiero que te pase eso, me pareces una muy buena persona, que a pesar de los años es una nena, de sentimientos transparentes, no quiero ni ilusionarte, ni nada.

Así que lo que vamos hacer es que vas a investigar durante una semana, yo te voy a dejar tranquila, para que tengas claridad e imparcialidad en lo que quieres hacer, después me dio un abrazo sincero y cálido y al oído me dijo me encantaría darte un par de besos y unos azotitos en esas lindas nalgas pinchadas. En ese momento sentí como el calor subía a mis mejillas, un corrientazo recorrió mi cuerpo y solo le dije, tal vez con el tiempo lo puedas hacer.

Después pregunto si quería hacer algo intrépido y espontaneo, a lo que le respondí depende… solo sonrió y dijo no seas cobarde, dime si o no. Me reí y le conteste, yo no me comprometo a ciegas, entonces solo se rio y dijo mira quisiera darte un par de palmaditas, tienes un trasero que pide pinchazos y azotes… a lo cual solo lo mire y después me sonreí, si vamos a un sitio te doy una azotaina suave, para que veas la mano y te doy los mimos que no te di ayer. 

Diego al ver mi cara de sorpresa, y de susto, dijo no va a pasar nada, te lo prometo solo que te vas a casa con la colita un poco rosadita, prometo ser suave. Ni lo pensé y le dije sí. Fuimos a un sitio cerca, y entramos por el estacionamiento, y después entramos a la habitación. Al bajarnos del auto saco un maletín que parecía de médico, aunque más grande, y me asuste, pero intuyendo algo dijo, no, no te voy a pinchar, tranquila.

Entramos en la habitación, se sentó en la cama y me dijo ven acá, acuéstate sobre mi regazo, vamos a empezar, empezó muy suave, casi no las sentía, encima de la ropa, eran muchas y rítmicas, después me pidió que me levantara y me desabrocho el pantalón, cuando lo hizo me halo para volver a quedar en sus rodillas y siguió en faena algunas veces corriendo el panti que era cachetero, y dando palmadas sobre la piel, ya empezaba a sentir algo, pero no fuerte, al final sentí como sus dedos se fueron al elástico de mis calzoncitos y los iba a bajar y le pedí no por favor, me da vergüenza, a lo cual dijo, saca las manos y suelta el elástico, yo te hable de una azotaina, castigo suave, no que solo fuera encima de la ropa, sácalas de ahí o te voy a subir la intensidad y no tienes la cola para aguantar un par de palmadas fuertes.. por favor Diego, ante lo cual zaas soltó el primer azote realmente fuerte que me hizo brincar, a las buenas Mary, solo eso basto para que retirara las manos del elástico, y dijo como castigo... y lo bajo hasta las rodillas, dejándome todo el trasero expuesto. Subió un poco la intensidad, pero no mucho, de reojo pude ver en uno de los espejos mis nalgas estaban rosadas… su palidez ya no existía. Finalmente termino y me pidió que fuera el rincón antes me ayudo a subir la ropa, y al llegar al rincón me bajo nuevamente la ropa dejándome con la cola al aire. Después me hizo acostar y aplico una generosa crema esparcida, cuando fue esparcida me dio un par de besos fugaces en los pinchazos diciendo ya está. Luego me ayudo a acomodarme la ropa me pidió y me mostro lo que llevaba en su maletín toda serie de juguetes, que decía que eran para nenas traviesas como yo.

Me llevo a mi casa y me “ordeno” escribir todo esto, y ya mañana se lo mando por email y me pongo hacer la tarea que me dio, cuando llegue de trabajar.


FIN DIA 7

domingo, 30 de abril de 2017

EL DIARIO... DIA 6 (RELATO)


¿Quieres saber como empezo todo? Haz click aqui: http://chicadesobediente.blogspot.com/2015/02/el-diario-dia-1-relato.html





Estoy escribiendo bocabajo, me duele mucho el trasero, finalmente  se terminó el tratamiento médico, tengo cita de seguimiento con la doctora en un mes, pero además de eso, nunca me imaginé que un tratamiento de inyecciones encerrara tantas cosas para mí, y que me llevara a descubrir muchas más cosas, me siento tan rara, pero el foro además de Diego me han ayudado a entender y sentirme aliviada al saber que no estoy loca, que no soy la única que le gusta todo esto. Hoy fue uno de los días más intensos de mi vida.

En la mañana Diego me envió un mensaje de texto, disculpándose por no haberse conectado o comunicado porque se le presento un problema con el celular o al menos eso es lo que dice, me pregunto si quería que me pasaba a buscar para ir juntos a la farmacia por la última inyección. Al principio dude, pero dije que diablos solo se vive una vez, le dije que okay, pero que yo quería ir caminando hasta allá, no quería ir en auto porque para mí, caminar era parte de mi ritual y me ayudaba a relajar a lo cual me dijo que no había ningún problema que no cambiaríamos nada de la rutina, lo único es que en lugar de acompañarme virtualmente lo haría en la vida real, y que sería mi apoyo moral para sostener mi mano, porque sabía que dolían y que hoy me podría doler un poco más… me quede en silencio como parte de mi respuesta, y pensé que cuando nos viéramos le haría mi famosa mirada USI 5550.

Llego por mí, y empezamos a caminar y charlar sobre muchas cosas diferentes a lo que nos unía en ese momento, quería conocerme más y yo a él, en la mitad del camino me detuve, me sentí nerviosa, empecé a respirar agitada, sentía que el corazón se me iba a salir del corazón estaba por tener un ataque de ansiedad. Diego se detuvo conmigo y de inmediato me dio un abrazo fuerte, de contención, supo lo que pasaba conmigo. Al oído solo me decía que me tranquilizara, que respirara, que él estaba conmigo y nada pasaría. Solo le dije no, no ya no quiero, devolvámonos a casa, no quiero que me pinchen, me duele mucho la cola, ya no quiero que me vean, y cuanto pensamiento paso por mi cabeza se lo exprese, incluyendo o citando tácitamente que no quería que el entrara conmigo porque me daba vergüenza.

Solo me abrazaba y me llevo a una banca cerca acariciándome la espalda, me dijo a ver, quiero que cierres los ojos e inhales profundamente y sostengas el aire mientras cuentas mentalmente hasta 4, luego exhalas despacio contando hasta 4 mentalmente, lo hice, me pidió que lo hiciera de nuevo y que lo repitiera unas cuentas veces, hasta que mi respiración se calmó y los latidos del corazón volvieron a la normalidad.

Me hablo de muchas cosas, y dijo que le explicara porque sentía tanto miedo o ansiedad, y como pude se lo dije, sin poder dar explicaciones muy detalladas, cuando termino de escucharme, me dijo entiendo todo lo que dices, pero dos puntos, el primero no te vas a saltar esta última inyección, no te dejo hacerlo y te llevo a la farmacia así sea arrastras,  porque es por tu salud, no por placer, es la última mujer, y si sé que te dije que te iba a doler porque el musculo esta resentido, no pretendía asustarte, pero es por tu bien, por lo cual no es negociable. Dos, si quieres no entro contigo para acompañarte cuando te pongan la inyección, pero créeme que mi interés es acompañarte, sostener tu mano y no meramente verte el cu… los glúteos. Te respeto lo suficiente para entender que si no quieres no voy a insistir, pero si te llevo a la farmacia y me cercioro que entres al cuarto, por todo lo que dije antes.

Asentí con la cabeza y más tranquila retomamos el camino a la farmacia, al entrar Marlen estaba en el mostrador y al verme me pregunto cómo estaba y que si no estaba feliz porque hoy terminábamos. Le dije que sí, pero que me dolía bastante, y que venía obligada y me reí, y le presente a Diego como mi pareja, que él quería cerciorarse que me iba a poner la inyección que si había algún problema que el entrara conmigo. Marlen se rio, y comento que era muy desconfiado, pero que no había problema, solo que el lugar era muy chico, pero ahí mirábamos como nos acomodábamos, y no recordaba que el lugar era estrecho, donde cómodamente solo cabían dos personas una de ellas acostada en la camilla.

Diego sonrió, le brillaron los ojos, una sonrisa pícara se dibujó en su rostro, instintivamente sabía que una idea había cruzado por su cabeza.

Marlen al vernos a los 2 y preparar la ampolla dijo, se me ocurre que para que estemos cómodos porque no te haces aquí, y señalo hacia una esquina de la camilla y tú te acuestas y yo aquí, parecía todo muy apretado, iba abrir la boca cuando…. Diego dijo porque no mejor yo me siento con la espalda a la pared, y tu nena te acuestas en mi regazo así me aseguro de que te pinchan bien porque no querías venir, y te tuve que obligar y soltó una carcajada tan contagiosa que nos hizo reír a Marlen y a mí. Marlen dijo sí, me parece bien.

Me desabotone el pantalón y me empezaron a temblar las manos como la primera vez, me saque los zapatos y como pude me acomode mientras me bajaba el pantalón, lo hice un poco nada más, mientras de reojo observaba como terminaban de cargar la jeringa, y 3 ml se llenaron , con la aguja amenazante hacia arriba.



Me estaba acomodando encima del regazo de Diego cuando él dijo, mira nena este pantalón esta apretado, y Marlen estará de acuerdo, que si te duele tanto la cola, es mejor aflojar, esta última será un poco pesadita… así que, me bajo el pantalón hasta un poco debajo de la base de las nalgas, lo mire como .. ¿Qué haces? Es para que estés cómoda y me guiño un ojo. Me acosté, y al hacerlo Diego bajo los calzoncitos hasta la base de las nalgas mi trasero expuesto, servido para que lo pincharan, sentí un escalofrió cuando Marlen empezó a desinfectar la zona, y sin menos pincho, lo sentí, me dolió esta vez y bastante, no sé si fue que cambio la técnica, lo hizo despacio, o que cosa que me hizo brincar encima del regazo de Diego con un Ay me duele a modo de sollozo… shh lo siento, tranquila… Diego me acaricio la otra nalga muy suave, cuando empezaron a inocular el líquido, y mis quejas fueron en aumento, me dolía y bastante, ya casi, Diego me decía respira nena, Marlen me decía no aprietes, no entra el líquido, hasta que dijo, tengo que volverte a pinchar, la aguja se tapó… ante lo cual exclame.. ¿Cómo? No por favor, no más pinchazos, lo siento Mary, de verdad se tapó la aguja porque tu apretaste tan fuerte el musculo que el líquido se devolvió y tapo la aguja, tranquila que solo falta centímetro y medio. No por favor, no más pinchazos volví a repetir con la voz quebrada, dejemos así.

Ante lo cual Diego aprovecho y dijo no nena, te aguantas, es la última ya lo hablamos, no negociamos, te va a pinchar la otra nalga. Y me dio una nalgada no muy fuerte, a lo cual Marlen la muy sapa, digo muy colaboradora dijo eso, un par de palmadas ayudan a relajar el musculo, no tuvo que decir nada más y Diego me proporciono 5 palmadas de moderada intensidad rápidas, Marlen paso el algodón y pincho, me hizo volver a brincar e inyecto rapidísimo, lo cual me hizo ahogar el grito y lágrimas resbalaron por mis mejillas, al mismo tiempo en la otra nalga el medicamento hacia efecto, sentía hervir la piel, ardor, lloraba en silencio me masajeo de nuevo, y Diego termino acomodarme la ropa, me levante y cuando me vio se sorprendió, me dio un beso en la frente, y dijo ahora te hago mimos y masajes preciosa, es por tu salud.

Nos despedimos de Marlen, salimos de la farmacia yo con la cola hirviendo, ardiendo, dolorida, limpiándome las lágrimas del rostro, seria y en silencio, algo enojada. Diego me acompañaba y me pregunto que me pasaba, le conteste muy enojada, no quiero hablar nada, de nuevo con paciencia me pidió que habláramos, volví a decirle que me dolía mucho el culo, como para hablar, era la primera vez que le contestaba tan agresiva y tan grosera, se sorprendió y su instinto fue mandar la mano a la cola y darme una palmada, suave, diciendo no me hables así, y si vamos hablar y dejar las cosas claras, pero no va hacer hoy, mañana cuando estés más calmada y proceses lo que estas sintiendo tu enojo es por otra cosa. Te acompaño hasta tu casa y cuando llegues vas hacer lo siguiente, te vas a poner paños de agua tibia en los glúteos, vas a dormir un rato, y después te vas a duchar con agua caliente de manera que te relajas y quiero que, estando desnuda, pienses en todo lo que ha pasado hoy y te dejes llevar con lo que sientas y te pida tu cuerpo. Llegamos al apartamento se despidió de mí, paso por su auto y se fue, ya dormí, me duche, y  al recordar con detalle todo lo que paso el día de hoy mi cuerpo pidió que aliviara la calentura que me había invadido, al volver a escribir, siento que tengo fiebre otra vez y debo darle alivio.

La charla que tenga con Diego mañana será muy interesante.



Hasta mañana.

FIN DEL DIA 6


Para continuar el siguiente dia haga click: http://chicadesobediente.blogspot.com/2017/05/el-diario-dia-7-relato.html

miércoles, 26 de abril de 2017

EN LA OSCURIDAD 2


Para leer la primera parte, haga click en este enlace. http://chicadesobediente.blogspot.com/2017/04/en-la-oscuridad.html






Desatas mis manos y antebrazos, quitas las almohadas, y pienso que el juego ha terminado, pero al desabrocharme el sostén, entiendo que el juego apenas comienza, has liberado mis pechos y pides que me dé la vuelta, al hacerlo llevas mis manos a la altura de mi cabeza, y las atas a la cabecera de la cama, luego decides que la bombacha estorba y la cortas.

Al mismo tiempo al oído me dice, no te preocupes, mañana te compro otra riéndose como un niño que ha cometido una travesura. Con delicadeza separas un poco mis piernas, te ayudas de un palo de escoba para atar los pies, dejándome inmóvil,  expuesta vulnerable. Esto me hace volar, la temperatura de mi cuerpo sube irremediablemente, a penas logro verte en las penumbras, mis labios se abren un poco, para exclamar gemidos ahogados, acercas tu boca y siento tu calido aliento  y me besas como si fuera la última vez, al retirarte y dejarme entusiasmada me dices ya viste suficiente, y vendas mis ojos dejándome en absoluta oscuridad.

Subes la apuesta del juego, me acaricias, pasas tu mano, luego con un pequeño flogger repite el recorrido a medida que acarician y sensibilizan mi piel, mi cuerpo responde, solo quiero que termine mi sufrimiento y cuando quiero hablar me recuerdas que lo tengo prohibido, y pellizcas uno de mis pezones a manera de advertencia sin hacerme daño. Ahora tu boca y en especial tu lengua es la que reemplaza tus manos y recorre de nuevo mi cuerpo.

Estoy a punto de colapsar, me torturas con placer, con algo que no esperaba, que no imaginaba, no sabía lo mucho que me podía excitar y elevar sentirme sometida a tu voluntad con la seguridad que no me harías ningún daño, con la suavidad de tus caricias, con tus toques, sentir tu cuerpo que desprendía calor junto al mío, sin poderte tocar, sin verte, sin hablarte, solo sabía que estabas ahí.

Entregada y rendida a tu voluntad un sonido familiar llamo mi atención, era el motor de un juguetito que me habías regalado, para usarlo  cuando tú me lo ordenaras, o estuvieras lejos y quisiera dar rienda suelta a mis deseos.

Lo encendiste y me preguntaste ¿sabes que es esto?, te voy a torturar hasta que pidas piedad, no pudiste reprimir una carcajada, tratando de mantener tu seriedad. Hoy será un día que no olvidaras, y depende del resultado puede ser el principio de una exploración más profunda de tus deseos escondidos.

Lo acercaste a mi pecho, colocándolo entre ambos montes, la vibración me hacía cosquillas al mismo tiempo que sensibilizaba la piel y los sentidos se ponían alerta,  no pude evitar reírme, al mismo tiempo tu mano aterrizaba en uno de mis muslos delanteros con moderada intensidad, con la advertencia esto es serio, no te reías.

El juguete siguió su camino hacia el sur, hasta la parte más sensible; encontró y se detuvo en el punto que me hizo estremecer, temblaba con fuerza, no podía ahogar más mis gemidos, las ataduras no permitían moverme con libertad, corrientazos pasaban por mi cuerpo, y la temperatura solo escalaba.

Cuando estaba punto de llegar, cuando se había acumulado, cuando el orgasmo era inminente, retiraste el juguete, no entendía lo que pasaba, con tono burlón me decía es para que descanses te veo muy agitada.

Cualquier roce me hacía brincar, la hipersensibilidad de mis sentidos, la piel me dolía por no poder satisfacer mis deseos, cuando me calme la tortura empezó de nuevo, otra vez casi hasta llegar, unas cuantas veces más me dejo al borde de la locura, de desear lo que se me estaba negando.

Estaba exhausta de acumular tanta energía, de llegar casi hasta el clímax y no poder dar alivio a mi calentura, las muñecas y pies estaban lastimados por la fuerza que hacía para intentar liberarme, no puedo más, siento que sino libero mi calentura voy a colapsar.

Como si leyeras mis pensamientos, me desatas totalmente recorres tu piel con tus manos, lengua, tus caricias son fuertes y suaves al mismo tiempo, las zonas erógenas las recorres con facilidad otra vez, acumulando energía, construyendo un clímax, has decido que es momento de estar dentro de mí, y de un solo empujón lo llevas a cabo somos uno solo en rítmicos movimientos, la temperatura escala, y con una frase al oído me dice ya puedes llegar, y como si mi cuerpo te perteneciera, estallo en placer con gemidos ahogados por ese placer tan intenso, tiemblo toda bajo tu cuerpo, dejándome llevar por las oleadas eléctricas que recorren mi piel, sintiendo como también has llegado al clímax llevándome contigo, minutos que son infinitos, hasta que el cansancio nos vence dejando nuestros cuerpos colapsados por placer.


Una vez despiertos y un poco descansados, decidimos batallar nuevamente en la cama, de manera tradicional, más vainilla que nos hace elevarnos y volver, finalmente terminamos y me dice un día de estos, búscate otra imagen de algo más que quieras intentar, porque esta imagen nos llevó al infinito y más allá.


FIN

martes, 25 de abril de 2017

EN LA OSCURIDAD








Estoy preparando mi siguiente entrada para el blog que escribo, me gusta que mis relatos tengan imágenes, música, de alguna manera poder transmitir lo que pienso y siento, mis relatos reflejan lo que siento, lo que tengo en la cabeza, a veces  en el corazón, desnudo lo que hay en mi mente cada vez que escribo.

Al teclear las palabras, spanking, bdsm, azotes, esposas buscando la imagen perfecta para el relato que deseo escribir, miles de imágenes aparecen, de todo tipo y todo calibre, unas demasiadas explicitas, otras que las considero violentas (yo) pero hay una, una imagen que llama mi atención, y le doy click, me lleva a un sitio con más imágenes y relatos, experiencias lo cual despierta en mí una curiosidad increíble, y me dejo llevar por lo que veo, por lo que leo, empiezo a imaginarme que soy yo la de la imagen, no puedo evitar que mi temperatura suba, siento el calor en mis mejillas.
Siento tu mirada en mi espalda que se clava fijamente en mi espalda, siento un escalofrió recorrer mi piel, te conozco, te siento cada vez que te acercas a mí, aun sin verte, sé que estás ahí, la conexión que tenemos es increíble, y a veces difícil de explicar.  

Llevas un largo rato observándome, y logras mirar que es lo que me tiene  cautiva y concentrada en la pantalla del computador. Te acercas a mí y me das un tierno beso en los labios, preguntándome que estoy haciendo, a lo cual te miro, me sonrojo y te digo, haciendo una investigación para mi próximo relato.

Me sonríes, y me pides que me levante al tiempo que me agarras del brazo con delicadeza, me das un beso y me abrazas, tus brazos y manos toman vida propia, y recorren mi cuerpo, bajan hacia el sur y se cuelan entre la ropa, y compruebas lo que estabas sospechando, la humedad y la temperatura de mi cuerpo me delata, solo sonríes y decides aliviar la calentura que me afecta, y como dice la canción, nos estorbo la ropa y dimos rienda suelta a los deseos que nos consumían, son minutos que se convierten en  horas, tenemos energía, esta vez es distinto, no puedo dejar de pensar en esa imagen, es como la leña que alimenta este fuego que necesita ser extinguido.


Han pasado varios días, desde ese momento, y a veces vuelvo aquella imagen la observo y pienso si debo hacer un relato, fantaseando con la imagen, finalmente otros pensamientos ocupan mi mente y decido dejarlo para otro momento.

Hoy he llegado a nuestro hogar, todo es completa oscuridad y mi primer pensamiento es... no pagamos la factura de la luz, pero al escuchar el ronroneo de la nevera compruebo que todo está en orden, en ese momento oigo tu voz, seria, varonil, pidiendo que entre a la habitación donde estas, por tu tono me doy cuenta que has tomado tu papel de Spanker, aquel que conozco también, y solo puedo pensar y ahora ¿que hice?

Al llegar a la habitación solo distingo tu sombra en la oscuridad, me pides que no encienda la luz, que simplemente siga tu voz y obedezca tus órdenes. Quédate quieta, no te muevas me lo dices mientras te acercas a mí, siento el calor de tu aliento en mi cuello, al mismo tiempo que dices te tengo una sorpresa, vamos a recrear la imagen que viste, sé que has fantaseado mucho así que vamos a probar algo diferente.

Lentamente empiezas  a desnudarme, hasta dejarme en ropa interior, me pides que ponga los brazos detrás de la espalda, siento algo suave que sujeta mis muñecas, y sube hasta mis brazos, me estas atando, me llevas a la cama y me ayudas acostarme bocabajo, estratégicamente has colocado almohadas debajo que permiten alzar mi cadera, me siento un poco intranquila, mi respiración se agita, me siento vulnerable, a mi cabeza vienen esas imágenes que no me gustaron, no me siento bien, tengo miedo, la oscuridad no ayuda, casi no veo, solo siento tu mirada en mi espalda, no haces nada, no dices nada, me dejas allí, después de minutos que parecieron horas, sentí el peso de tu cuerpo al sentir la cama hundirse, al oído me dices tranquila, confía en mi al tiempo que tus manos se posan sobre mi trasero, y lentamente bajas la ropa interior hasta la mitad, pienso que me vas a pinchar, pero atada, cosa que nunca habíamos hecho antes, y solo espero, pero nada, solo allí, hasta que siento tus dedos acariciar mi cuello, tocándome cada una de las vértebras, juegas con la hipersensibilidad de mi piel, llegas a mi trasero y por micro segundos tus dedos se cuelan en lugares prohibidos y olvidados, la mano decide tomar vida propia nuevamente y baja a mi lugar favorito, tus dedos y tus manos juegan con tan sensible parte, mi miedo se transforma en placer, mi cuerpo responde a tus caricias, y decides detener el juego. Solo protesto diciendo no hagas eso, a lo cual  1 solo azote me hace entender que no estoy en posición de protestar. Al oído  me dices silencio.


Continuara...



sábado, 22 de abril de 2017

CLASES DE SPANKING (RELATO)








Hace un tiempo conocí un hombre muy interesante por internet, nos conocimos a través de un sitio interesante, para personas con ciertos gustos, fantasías, fetiches en cuyo sitio todos los integrantes nos sentíamos a gusto, en un ambiente amigable sin nadie que nos juzgara, el sitio era o es de fetiches médicos. 

Hablamos durante meses a través del chat del sitio y un día decidimos conocernos, y jugar un rato. Fijamos la fecha para un sábado de septiembre, donde jugaríamos a ser paciente y médico. El juego resulto bien, y entre los dos hubo química después de conocernos personalmente.

Continuamos nuestra amistad, la cual evoluciono en algo más, y al ser pareja le confesé mi gusto por el bdsm, propiamente el spanking lo cual llamo su atención, cuando le explique que me gustaba que me dieran chirlos en la cola; se sorprendió y bromeamos al respecto.

Cada día introducía el tema sutilmente, deseaba que me diera chirlos, que me castigara, pero él me decía que sentía incómodo ya que lo consideraba maltrato y violencia contra la mujer.

Con paciencia le explique todo el tema del consenso y que no se trataba de golpearme, simplemente chirlos y con ciertos límites, y cuando se animó a darme unos chirlos le gusto hacerlo.

Poco a poco lo fui introduciendo en el mundo spanko y después de una sesión combinada de medical y castigo pensé que sería bueno que mi emergente Spanker tuviera unas clases en el tema.

Después de hablarlo con mi pareja, le gustó la idea, y decidi ponerlo en contacto con quien fue mi primer Spanker, a quien aprecio y estimo, y que además tiene mucha experiencia en el tema. Al hablar con él me dijo que si, como favor a mí, además que no le disgustaba la idea de darme un par de “chirlitos”.

Cuando todo estuvo hablado, donde el me explico todo lo que iba a ocurrir en la sesión, además de volverle a recordar todos mis limites los suaves y los duros, al final quedamos en que la sesión se llevaría el siguiente sábado en la tarde. Le dije que quería probar el cinto, y que no deseaba marcas, propiamente maratones entre muchos otros límites.







El sábado llego más rápido de lo que le hubiera gustado a mi trasero, al llegar a casa de mi amigo y después de la visita de rigor entramos en asunto, explicándole todo a mi nuevo spanker, y a mi diciéndome que si necesitaba usar la palabra de seguridad lo hiciera, y que fuera obediente con sus instrucciones, finalmente la clase empezó.

Se sentó en una silla y me pidió que me recostara en su regazo, me acerque sintiendo un nudo en el estómago, entre temor y gusto, me hice sobre sus rodillas y el castigo comenzó con un calentamiento encima del short que tenía. Palmadas suaves y rítmicas que indicaban un calentamiento.

Después de unas cuantas palmadas decidió bajarme el pantalón y comenzar esta vez un poco más fuerte, hasta cuando decidió bajarme la ropa interior, y ya con la cola desnuda, las palmadas continuaron rítmicas, la piel tenía un color rosado medio, mientras él le explicaba a David mi pareja cual era el movimiento, donde se daban los chirlos en los glúteos, cuando se cansó  con la mano, me indico que me acostara en la cama, y comenzo de nuevo con el castigo esta vez con la paleta, flogger y varios instrumentos mas, cada vez que comenzaba con un juguete nuevo me pedia me pedía que identificara del 1 al 10 cuanto era el dolor que sentía, variaba la intensidad en los azotes y constantemente revisaba mi piel, cuando llego el momento del cinto, sentí miedo, curiosidad y morbo, me  imaginaba ese cuero tocando mi piel, empezó despacio y pidio que los contara , para mi sorpresa los disfrute, y descubri que no son tan miedosos, a menos que se use la hebilla.

Después de muchos azotes e instrumentos la piel de mis nalgas mostraba un color peligrosamente rojo, donde Felipe dijo que la sesión había terminado, que solo quedaban un par de azotes con la mano, ya que si seguíamos inevitablemente quedarían marcas, lo cual fue mi limite duro desde un principio, David y yo estuvimos de acuerdo en terminar la sesión después unas palmadas con las manos. 

Me mando al rincón con el pantalón bajo, mirando la pared, reflexionando sobre mi comportamiento. Al cabo de unos minutos me ordenaron que me acostara en la cama, y fue David quien aplico una generosa porción de cremas sobre mis nalgas castigadas, rojas y calientes.

Fue una sesión interesante, estaba siendo castigada por mi ex spanker bajo la atenta mirada de mi nuevo spanker, quien estaba muy interesado en aprender como castigar mi travieso trasero, tuve dificultades al sentarme para tomar el café, porque aunque no quedaron marcas si sentía molestia, pero me gustaba.

Ahora cada tanto se me recuerda que quieren practicar lo que aprendio en esas clases de spanking, porque a veces soy una chica desobediente.


FIN

martes, 18 de abril de 2017

UN TRATAMIENTO INTEGRAL

Este es un relato que escribí y publique en el año 2012 en un foro de medical http://www.bajatelospantalones.com/index.php/foro/27-miembros/24770-un-tratamiento-integral bajo el Nick de curiosa, en base a un juego virtual con uno de sus integrantes. Hice un par de modificaciones al relato original.




  
Hace días he visto a Zeus bastante pálido, cada día que pasa le cuesta más comer, y beber le duele su garganta, y a pesar de que le he insistido que se abrigue, que tome jarabes y pastillas para los malestares, el muy testarudo no hace caso, hasta que finalmente su organismo no da más, de manera que se ve obligado a ir Urgencias y lo inevitable le han recetado cinco inyecciones una diaria.

Al verme, con cara de acongojado y bastante asustado me entrega la receta y me dice: me han recetado inyecciones, antibióticos 5 en total y de esas que duelen un montón. Con algo de enojo y compasión en mi voz le respondí y ¿qué esperabas? Si no te cuidaste, no hiciste caso a mis recomendaciones pues ahora te van a doler las nalgas lo siento y además, te llevaras un castigo adicional por cada inyección que te ponga para que la próxima vez aprendas a seguir recomendaciones, pero y ¿qué clase de castigo me espera pregunto?

Ya lo sentirás, por ahora quiero que te acuestes bocabajo en la cama y bájate el pantalón, ve preparándote mientras yo alisto la inyección, me miro con ojos que va al matadero ante lo cual solo le dije, ya verás que es un pinchacito solo será un momentito, túmbate que no es nada del otro mundo.

Mientras él se acostaba y bajaba su pantalón yo lentamente sacaba los frasquitos de su empaque, uno decía agua para inyección, y el otro un frasquito con polvitos blancos, hasta mí me daba algo de nervios... Lentamente le quitaba la cintilla al frasquito con el agua y me encargue que Zeus viera todo el proceso pinché la tapita de goma y empecé a aspirar la totalidad del agua, después volví a pinchar el frasquito con los polvitos se hacía una mezcla de leche viscosa, después con un pedacito de algodón agarre el frasquito entre la tapa y la base y empecé agitar fuertemente la mezcla asegurándome que no quedaban grumos o burbujas, mientras lo hacía con la otra mano hale su ropa interior de un solo tirón, dejando su culete completamente desnudo, hasta la base, luego aspire ese líquido blanquecino y viscoso en la jeringa, 1 , 2, 3, 4, 5 cm cúbicos, luego cambie la aguja por una un poco más larga para que llegara al músculo profundamente y le dije esto ya está listo, cuando te diga inhalas aire bien hondo hasta cuando yo te diga, al tocar su nalga con el algodón se puso dura como una piedra, le dije por favor flojito y cooperando…relájate…. O te dolerá más a lo cual me dijo está bien le di un par de palmadas a esas nalgas bien formadas, propias de un ejercicio juicioso, ante lo cual se relajó en ese momento le dije respira ya, y cuando tomo aire, zas la aguja perforo tan tersa piel se escuchó un ligero uhhhhh, ante lo cual le respondí shhh no te quejes que esto no es nada, ahora quiero que soples y empecé lentamente a inocular tan viscoso medicamento… sopla, sopla cariño…. Ayyy me duele, sácala, auuuuuu por favor para, sus constantes suplicas indicaban que el dolor iba en aumento… yo solo le decía tranquilo... Shhh ya casi acabamos y con mi otra mano le daba suaves nalgaditas en la otra pompa.. Eres muy valiente, lo haces bien… ya queda 1 ml, vamos auuuuuu ya por favor no más curiosa… hasta que finalmente terminamos, saque la aguja de su nalga despacio, muy despacio para que el medicamento no se devolviera, y apreté firmemente con el algodón esparciendo el medicamento ante lo cual seguía quejándose por el dolor. Termine con un besito en su nalga pinchada.



Bueno ahora quédate acostado unos minutos... Voy a traer algo, fui a la habitación contigua, y traje conmigo un par de almohadones, se lo pase y les dijo por favor póntelos debajo de las caderas, te voy a castigar, te daré unos cuantos azotes por no escuchar mis recomendaciones te enfermaste por testarudo y niño rebelde pues te tratare como tal, en este momento los pinchazos no son suficiente castigo, ante lo cual me dijo si lo se he sido malo, y debo ser castigado.

Mientras cuidadosamente él se colocaba las almohadas, yo buscaba los elementos necesarios, el cepillo, la regla de madera, la varita delgadita y fina, y verlo ante mi entregado a su castigo, esas nalgas tan bien formadas, redonditas, musculosas pedían a gritos muchas cosas… más pinchazos, azotes y muchaaaaaaaaaaaaas cosas más … le dije te voy a vendar los ojos no quiero que veas nada, solo que sientas y escuches todo a tu alrededor.

Vende sus ojos y lentamente empecé a darle rítmicas palmadas con mi mano, su trasero iba cambiando de color, a rosado, primero en una nalga y después en la otra después alternando entre sí, con cada palmada su trasero se movía al compás… empezó a suplicar, me duele ya no más por favor, ya entendí.
Solo le dije shhh calladito, no te quiero escuchar tu castigo no ha terminado hasta que ya yo lo decida, para un momento y suavemente lo masajeaba tratando de calmar su dolor, mis manos se extendían por toda su piel, empezaba a sentirse caliente y rosada, después nalgaditas cariñosas, pero le dije todavía no está suficientemente rojo para mi gusto.

Después que se recuperó un poco, ahora conocerás la reglita... Siéntela, es pesada, sientes que esta algo áspera, bueno esta arde bastante, con esto castigaban a nuestros padres en las manos, roce la regla contra sus nalgas y se estremeció, sus nalgas se encogieron, ya sabía lo que venía. … estás listo pregunte? Me dijo si, y con esto empezó otra tanda de azotes con la regla, alternando entre si su piel de rosado, era rosada oscuro empezó a desprender calor, empezó a quejarse nuevamente cada vez con más volumen, ayyy, auuuuuu, ouch, para, para por favor suplicando implorando que parara, yo hacía caso omiso a cada una de sus quejas y seguía castigando tan lindo culito, porque ahora estaba siendo pinchado por terco.

Terminamos con la tanda de reglazos para y nuevamente pare para mimar tan lastimado trasero, estaba rojo, caliente, lo masajeaba con cariño… y le decía esto me duele más a mí que a ti; trataba de aliviar su dolor y le dije después de este castigo vendrá una rica hidratación para tu piel.

Luego de la reglita siguió el cepillo otra buena tanda al igual que con la regla, donde con cada azote brincaba, cada azote picaba más que el anterior y después de una buena tanda volví a darle descanso siempre masajeando, sintiendo su piel, la curvatura de su cola, lo firme que estaba… le dije queda la varitaaa y para esto te quitare la venda de los ojos, me miro nuevamente implorando piedad con sus ojos, pero los castigos hay que cumplirlos para que sean efectivos, levante la varita en el aire y empecé a abanicarla en el aire sssssssssss sssssssssssss ssssssssssssss se escuchaba, hasta que al fin aterrizo en su nalga le dije, las vas a contar para y mi, y si te equivocas volveremos a empezar, serán solo 10, vamos-- 1, 2, 3 ………………. 8 cada vez le costaba más trabajo, 9 casi inaudible, 10 … hemos terminado. Su piel se veía roja y al tacto hervía de calor, pero no habían marcas, así que le pedí que se levantara y se pusiera sobre mis rodillas el con su rostro completamente rojo entre vergüenza y excitación se cubrió su parte delantera y se puso en mis rodillas, en mis manos puse una cantidad generosa de una crema extra humectante, y suavemente la pase por sus adoloridas nalgas, no dejándome ningún rincón de su piel, mis dedos daban ligeros golpecitos, para que su piel absorbiera la crema, yo estaba maravillada viendo lo que tenía delante de mí. Me entretuve un buen tiempo aplicando el tratamiento hidratante.

Ahora quiero que te pares enfrente mirando hacia la pared, quiero contemplarte una vez más, además creo que necesitas una inyección relajante/sedante para que puedas dormir bien. Mientras miraba la pared contemplaba tan maravilloso trasero, y al mismo tiempo preparaba la inyección; esta vez pequeña de 2.5 ml, cuando termine le dije ven aquí, se dio la vuelta cubriéndose sus partes nobles con el rostro igual de rojo que su culo… se acostó en mi regazo desinfecte la zona, no pudo evitar exclamar un pequeño quejido, su piel aún estaba algo lastimada, al tiempo que un par de palmaditos diciendole respira querido mío y con un golpe certero la aguja dentro del glúteo, lentamente inocule hasta última gota, frote nuevamente  y al oído le dije muy suavemente ya te puedes vestir…

Colorín colorado este cuento ha terminado


jueves, 26 de marzo de 2015

SOY INOCENTE HASTA QUE SE DEMUESTRE LO CONTRARIO (RELATO)... 1






PARTE 1


Erase una vez en una ciudad tranquila, donde nada sucedía, una ciudad rodeada por un lago de aguas cristalinas, casas estilo chalet francés, sus habitantes disciplinados, ordenados, cordiales y respetuosos  cualquier pequeño suceso era una noticia de 2 y 3 días. Incluso que el tren llegara 3 minutos tarde, todo era tan ordenado, silencioso, impersonal y también muy aburrido.

Tanto era la excesiva reglamentación, nada extraordinario que muchos de sus habitantes en especial los jóvenes hacían paseos a países de alto riesgo simplemente por experimentar algo de adrenalina, su vida era tan rutinaria, que cualquier cosa que saliera de la rutina hacia que sus vidas recobraran el sentido.

Lo que no sabían estos habitantes es que en su ciudad había una casa muy antigua, un chalet clásico y elegante, decían que en una época lejana había sido la corte de justicia, pero como nada pasaba, estaba sin uso, durante un tiempo sirvió como museo pero después fue comprada por una sociedad extranjera del país vecino.

Después de meses donde vieron como la casa era remodelada solo en su interior, cambiando los vidrios corrientes, por vidrios de seguridad, contra el ruido y polarizados donde solo se podía ver hacia fuera y nada hacia adentro, los jardines dignos de un jardín botánico, la estructura colonial del exterior todo fue conservado, era una casa preciosa, un deleite para la vista de observar y despertar la curiosidad de todos los vecinos de ver tanto trajín para una casa sin poder ver hacia adentro que era lo que estaban haciendo. Se hacían muchas especulaciones del cual sería el uso para esa casa tan clásica y sobria, algunos decían que era para una oficina de una empresa multinacional, otros que algún actor famoso de Hollywood se mudaría a tan pacifica ciudad para que no fuera acosado para sus fans.

Hubo mucho movimiento adaptando la casa, para un fin muy especifico, era una corte de justicia, pero no la justicia ordinaria, era una corte para spankees, donde serian juzgad@s por sus comportamientos, y como tal se les sentenciaría el castigo. La sociedad que había comprado la casa era un club muy exclusivo y conocido en el país vecino de BDSM, hacia mucho querían establecer esta corte sobre todo para spankees, pero también en algunos casos para sumis@s.

Todas las personas que asistían al juicio pertenecían a un club BDSM muy selecto del país vecino, y en el propio país, de otras ciudades, y solo un miembro de esa ciudad, el cual nunca había revelado sus gustos, y además era abogado.

Si bien es cierto que el Spanker determinaba y corregía a su spankee, solo se iba a juicio en caso que el Spanker tenía sospechas del mal comportamiento de su spankee o sumiso se iría a Juicio para establecer la culpabilidad o la inocencia, este juego en el país vecino había sido un éxito, pero querían hacerlo en un lugar tranquilo, olvidado del mundo y darle a este único abogado Spanker la oportunidad de jugar aplicando sus conocimientos.

La casa y la sala principal que había sido corte, se restauro manteniendo casi todo intacto, solo se instalaron un par de potros, unas sillas de madera y varios implementos de castigo como palmetas, cucharas de madera, floggers, rebenques, látigos y el rincón de la spankee grabado en madera, además en el estrado del juez se leía la leyenda “CULUS TRAVIESUS, SERAN CASTIGADUS”  los castigos se aplicaban al momento de sentenciarse, o cuando fuera el mejor momento y de acuerdo con los limites de cada uno de los spankees.

La casa tenia habitaciones privadas decoradas y adornadas con las temáticas de BDSM, y una habitación especial había sido designada como celda para los acusados, le habían sido colocada dos puertas una de plástico transparente, con barrotes de goma, y otra de madera que se cerraría con llave a la hora de dormir, para dar privacidad tanto al momento de dormir, como al momento de cambiarse de ropa, contenía una cama simple, un espejo y un pequeño baño, era cómoda, pero carecía de cualquier tecnología para privar a la spankee con cualquier contacto excepto con su defens@r, no podía comunicarse con nadie, ni siquiera con la parte acusadora. Se había establecido que el acusado permaneciera encerrado al menos 24 horas en dicha habitación hasta el momento de su juicio.

El uniforme a usar durante el encierro y la vestimenta a usar durante el juicio seria escogido por la parte acusatoria, podía ser bata de paciente de hospital, colegiala, cabaret, o lo que quisiera, ropa interior o  inclusive desnudez forzada mientras que todo estuviera dentro de los límites de la parte acusada.

El juez seria el abogado de la ciudad, el defensor seria un spankee escogido por el/ la acusad@. Y el jurado estaría conformado por Dominantes, Spankers, spankees, sumis@s, su gran mayoría Dominantes y Spankers. Aunque se promulgaba la igualdad y justicio para que un culo inocente no pagara por calumnias, e injurias de los demás.

No falta mencionar que siempre el consenso, SSC eran las reglas de oro inquebrantables en aquella corte para todos sus integrantes un juego que combinaba la realidad y la fantasía.

El día de la inauguración se hizo saber por privado a todos los miembros del club con la máxima discreción y confidencialidad del caso, siempre entendiendo que mas allá de los roles hay personas con una vida intima, social que proteger. Y para inaugurarlo se invito a que se hiciera a través de un juicio donde las partes involucradas expusieran sus argumentos.

Para la inauguración el Juez recibió múltiples demandas, pero dado que era la inauguración tenia que escoger la que fuera de mayor interés, polémica y difícil sentencia después de leer las acusaciones, los limites, y las condenas sugeridas de encontrarse culpable, si aceptaban que el juez suministraba el castigo, o la parte acusatoria, o alguien del jurado, en fin todos los detalles para el juicio, sentencia y condena, se intereso por un caso, que daría para que los jurados deliberaran, y el castigo propuesto por el acusador era muy interesante.

Se trataba del caso de una pareja Andrea una spankee, joven alrededor de 25 años, cuyo Spanker Arturo de 34 años, la acusaba de desobediente y desacatar en más de una ocasión la norma, de quedarse en casa los fines de semana, a estudiar un segundo idioma, en lugar de irse de fiesta a tomarse un par de tragos. El no la había visto, de hecho siempre que la llamaba a casa aunque timbrara mucho el teléfono siempre contestaba el teléfono de su casa, cuando la visitaba sorpresa allí estaba en casa, pero siempre la encontraba agitada y su cara roja, como si la hubiera pillado en algo. Su intuición le decía que lo estaba desobedeciendo además de caprichosa y voluntariosa, algunas malas contestaciones ante sus reclamos le habían hecho acreedora de unos cuantos chirlos.

Llevaban una relación de 1 año y medio, hubiera podido castigarla por la mera sospecha pero no sería justo además que uno de sus acuerdos era que solo la castigaría en el caso de que él pudiera comprobar si ella había sido necia, desobediente y demás actitudes negativas que se corregían con un par de azotes.

Arturo en su desespero por demostrar que tenia razón un fin de semana la dejo tranquila solo la llamo un par de veces a su teléfono fijo y ella le contesto, mientras tanto  le pidió a uno de sus amigos que fuera a un bar cerca del domicilio de Andrea donde le gustaba ir a bailar, y a pasar un buen rato, ante todo Andrea era una buena chica y de bailar y de pasarla bien no había nada más que reprochar solo su desobediencia y caprichosa al negarse a estudiar el segundo idioma que necesitaba para hacer una maestría en el extranjero.

Cuando Arturo se reunió con su amigo Rodrigo, para su gran sorpresa recibió un par de fotos supuestamente de Andrea ya que la foto estaba oscura y no se distinguía muy bien los rasgos de Andrea, aunque su figura era muy parecida a la de ella, casi que igual y con un detalle que ella sostenía el teléfono celular, en la misma hora que Arturo la había llamado. Lo sabía por el día y la hora de la foto del celular de su amigo.

Para él fue prueba suficiente y al confrontarla ella dijo SOY INOCENTE HASTA QUE SE DEMUESTRE LO CONTRARIO, esa de la foto no soy yo, porque estas tan seguro, escuchaste música ruidosa cuando hablaste conmigo?  Ni siquiera se ve mi rostro con claridad, ese no es el color de mi cabello, y cuanta excusa y defensa tenia se la dijo, dejando a Arturo en un mar de incertidumbre quería castigarla, azotarla para dejarla durmiendo bocabajo por varios días, quería usar su rebenque nuevo, pero la prueba no era del todo satisfactoria, meramente circunstancial.

El increpo a su amigo por la pésima foto, diciéndole que no se había acercado lo suficiente, que su trabajo de detective había fallado, a lo cual el aseguro que la había visto, que era ella, que su celular no tenía la suficiente resolución, para tomar una buena foto, y que en ese bar eran prohibidas las fotos, asi que esa foto era casi que a escondidas.

Por todos estos motivos y aprovechando la inauguración de la corte para Spankees traviesas, desobedientes, necias, caprichosas, voluntariosas, decidió mandar su caso para que el Juez lo revisara.



Continuara....

jueves, 19 de marzo de 2015

MI VECINO, EL MEDICO


Este relato hace un tiempo lo escribí y publique el 2 de Septiembre de 2012 en el foro de medical "TONET"

Hice unos pequeñas ediciones al relato original.





Recuerdo que tendría 18 años, y estaba en el colegio a punto de terminar mi bachillerato, estaba emocionada, además me iba a ir al extranjero a estudiar ingles, las fiestas las despedidas no podían faltar además de hacer las tareas, ya que debía mantener mi promedio alto o de lo contrario no iría a estudiar. Poco dormía, estudiaba bastante, pero también me divertía y salía a fiestas con mis amigos, sin estar abrigada, etc. no comía bien, me descuide bastante he de reconocer, en  fin un coctel perfecto para  que mis defensas bajaran y un feo virus de gripa atacara, además que por el esfuerzo que le estaba exigiendo a mi cuerpo, estaba exhausta solo quería dormir cuando podía, y ya no quería que nadie me molestara. Igual no faltaba por nada al colegio, hasta que literalmente sintiera que no me podía levantar, cosa que no sucedió, además quería mostrarme fuerte, que nada me afectaba, mi deseo y mi meta era irme por un tiempo a vivir nuevas aventuras.

 Mis padres fueron muy generosos conmigo, me mimaron demasiado pero al mismo tiempo eran bastante estrictos en todos los aspectos, y a estas alturas ya estaban preocupados por mi salud, hasta que un día mi mama hablando de manera casual con la vecina le comento de lo mal que me veía y mi negación a ir al médico de la familia. Ella como buena vecina le sugirió que contactara un medico que vivía en el edificio, que era muy buena gente, además un caballero en todo el sentido de la palabra, que había atendido a su sobrina, que hablara con el que entendería la situación. Mi mama ni corta ni perezosa decidió contactarlo, charlaron y le pidió que me fuera a ver, de manera sorpresiva ella le insinuó el siguiente día cuando llegara del colegio, que ella no iba a estar, tenía un compromiso que no podía cancelar, pero que ella confiaba en el por las excelentes referencias de la vecina, que por favor me hiciera un examen completo y exhaustivo  e hiciera lo que tuviera que hacer, igual ella estaría llamando para ver cómo iba la cosa. El acepto y le dijo que no habría problema, que si ella así lo quería la vecina podía estar presente para que no hubiera lugar a malos entendidos. Mi mama le dijo que no había problema, ella se pondría en contacto con nosotros, y si lo requería le pediría el favor a la vecinita.

Al siguiente día, recuerdo que me levante muy mal, no tenía ganas de ir, me sentía con fiebre, el estomago me dolía creo que toda la comida chatarra que había comido hizo su nefasto efecto, la garganta, bueno era un mix de todo, pero decidí hacerme la valiente e ir al colegio igual faltaba poco y les demostraría a mis padres lo responsable que era. Llegue como a las 3:30 p.m. y solo quería cambiarme el uniforme y acostarme a dormir, a los 5 minutos sonó el timbre y era mi vecino, yo sabía que era medico, por la sobrina de mi vecina, pero nunca había hablado con el... me sorprendió verlo en la entrada traía un maletín de médico, negro grande, así que le dije con el hilo de voz que tenia . . Hola puedo ayudarte? el solo me dijo, tu mama me pidió que viniera a verte y de paso te examinara porque estas enferma y te niegas a ir donde tu doctor, inspiraba respeto y me intimidaba un poquito, me quede de piedra y ante mi asombro lo deje seguir.

Me dijo vamos a tu cuarto, voy a examinarte, y le dije ok pero deja me cambio porque aun tengo el uniforme, me contesto no hay necesidad. Estaba muy asustada la verdad no quería, así que le dije voy a llamar a mi mama  a preguntarle, la llame y corroboro todo igual me dijo que ella le había dado autorización para hacer lo que tuviera que hacer incluso impartir un poco de disciplina que si no me dejaba, cancelaría el viaje.. así que no tuve más remedio que aceptar no con gusto, porque no tenía otra opción, lo primero que hizo fue colocar su mano en mi frente y me dijo estas muy caliente, debo tomar tu temperatura así que abrí la boca y me dijo, no yo la tomo rectal es más fiable, mis ojos se abrieron de par en par y le dijo NO, mi mama no me la toma así, siempre es en la boca, ante lo cual el solo contesto yo soy el médico yo decido, cual es la mejor manera.

Seguí negándome, hasta que me agarro por los pies, se sentó, me tomo por la cintura, subió mi falda, bajo mi ropa interior y me dio unos fuertes azotes en las nalgas, me ardía mucho solo repetía que yo era bastante caprichosa y rebelde que yo debía obedecer,  hasta que le dije ok, está bien pero no me azotes. Me acosté en la cama bocabajo, separo mis nalgas y coloco el termómetro con vaselina y lo introdujo dentro, me dijo ves que no es para tanto? si lo hubieras dicho cuando te lo ordene no tendrías la cola roja. Lo dejo unos momentos y lo miro, tienes fiebre, ok puedes vestirte, siéntate quiero revisarte, miro mis ojos, mis oídos, mi garganta y al verla dijo vaya tienes una infección y anoto algo en su libreta ahora quiero que te quites la blusa y la falda solo en ropa interior voy a examinar tus pulmones y tu corazón, el estomago.

Estaba muy nerviosa mientras lo hacía me sentía avergonzada, trate de evadirme de este planeta para no afrontar lo que estaba viviendo, finalmente termino y me dijo quedan 2 exámenes por hacer, un examen pélvico y uno rectal le dije eso NO, nunca me lo han hecho, solo me dijo tu no aprendes verdad? y nuevamente me puso sobre sus rodillas esta vez me quito los panties completamente y comenzó a darme palmadas fuertes y sonoras en mis adoloridas pompas, hasta que implore misericordia, y prometí que me dejaría hacer los exámenes  en ese preciso instante el teléfono sonó, conteste y era mi madre, le conté todo lo que había sucedido, esperaba una respuesta como ok que se vaya hija,  o llama la policía que se yo, pero me quede fría como un helado cuando dijo está bien que lo haga yo le indique eso.

Ya no pude decir nada, solo me quede callada y afronte mi destino, a pesar que me sentía avergonzada, humillada algo me empezó a gustar de la situación. Al final me diagnostico y cuando me dijo cual era el tratamiento literalmente llore de impotencia, me dijo prepárate hoy tendrás 2 inyecciones una para la fiebre y otra para la infección de la garganta, además tendrás un enema para empezar a desintoxicarte,

Vi como saco de su maletín negro, los medicamentos las jeringas con sus respectivas agujas y otras agujas más largas, empecé a temblar de miedo y emoción no sé porque me llego  a entusiasmar la idea de que me inyectara, la primera solo rompió la ampolla y empezó a llenar la jeringa, cm a cm, cuando estuvo lista me pidió que me relajara y respirara profundo paso, el algodón, y zaas aguja adentro brinque de la sorpresa, me dio una palmada en la otra nalga y me dijo no te muevas o te hare daño!! Cuando inoculo sentía como me ardía y dolía, pero bueno lo que me preocupaba era la otra inyección, ya sabía cuánto dolía alguna vez me habían puesto una asi, termino y enseguida empezó a preparar esa inyección como 2 frasquitos uno de polvitos y otro de agua, como llenaba la jeringa con agua, luego llenaba el de polvitos  con esa aguita hasta que lo agitaba enérgicamente y ya sabía yo lo inevitable empecé a llorar, tratando de suplicar que no me la pusiera, solo me dijo lo siento linda, es por tu bien, relájate y ya verás que pasa rápido cuando me empezó a inyectar mis quejas aumentaron con la poca voz que tenia, mis lagrimas se escurrían hasta que el martirio termino.

Ya verás cómo te sientes mejor, ahora para terminar el tratamiento de hoy, terminare con un enema.. no quería la verdad pero tenia mis pobres nalgas tan lastimadas que no me quería exponer a mas nalgadas, me pidió que me acostara sobre mi lado izquierdo y subiera la pierna entre las inyecciones y esto estaba en otro mundo me quede muda, resignada a que se me hiciera todo, Puso vaselina en la cánula y gentilmente separo mis nalgas y la empezó a introducirla lentamente luego abrió el paso del agua y toda esa agua caliente y jabonosa entro en mi organismo, sudaba, me sentía mal el solo me acariciaba la espalda y trataba de animarme... finalmente todo el agua entro,  y debía esperar 10 minutos interminables, ya termino fui al baño expulse todo el enema, me dijo que ya me podía poner mi pijama y que me acostara a descansar y dormir, mañana me vería para continuar con el tratamiento!! 

Mas inyecciones, mas enemas, controlar la temperatura rectal y unos cuantos supositorios se añadieron en el camino.