PARTE 2
Previamente
en Un Capricho del Destino: Por temas laborales un viaje repentino a Buenos
Aires, después de meses sin verme con mi Novio a.k.a Spanker, le di la
sorpresa, a lo cual el me respondió con otra sorpresa me llevo a su casa
totalmente a ciegas, y en una habitación me hizo desvestir para lo que sería
una jornada inolvidable para mi y que nos cambiaria la vida a ambos.
Estando en esa situación, me sentía entre
nerviosa y excitada los minutos se me hacían lentos y ya me empezaba a cansar
de estar de pie, me dolía la cintura, no sé cuantos minutos pasaron hasta que
al fin escuche su voz grave. Ven aquí, muy despacio me dirigí a donde
supuestamente escuchaba su voz, caminando muy despacio además al estar esposada
no me sentía tranquila, porque soy muy torpe y temiendo una caída no deseada,
caminaba a paso de tortuga, a lo cual dijo no tenemos todo el dia, apresura el
paso.
Estuve tentada a responderle de mala
manera, diciéndole que si me caía y me lastimaba era su culpa, y cuanta mala
palabra o respuesta indebida se me paso por la cabeza, pero algo había
cambiado, me sentía sometida a su voluntad y calle. Cuando me acerque le
pregunte si podía hablar a lo cual me respondió que no, que todavía no era el
momento.
Al acercarme a su lado me halo hacia su
regazo, dejando mis nalgas totalmente empinadas, y a su merced, me pregunto… trajiste
el agua bidestilada contigo ahora verdad? A lo cual con un murmullo conteste
afirmativamente y pensé ahora ese es mi castigo, esa inyección duele bastante,
y me va a dejar la cola adolorida por un buen rato. Al mismo tiempo me dijo si
en algún momento te duele demasiado o sientes que te vas a bloquear pronuncias
la palabra de seguridad, que para mí siempre ha sido Barcelona.
Empezó a sobarme la cola, con movimientos
unas veces rápido, otras veces lento, de manera circular, y al mismo tiempo
decía que lindo culo tienes Mary, es apetecible y aquí lo tengo a mi entera
disposición, puedo hacer lo que quiera con el. Estas palabras hacían que
escalofríos recorrieran por todo mi ser, que mi entre pierna se humedeciera mas, era
una situación donde los nervios, morbo, placer hacían un festín con mi salud
mental.
Durante minutos me sobo y manoseo hasta
que vino el primer azote con sus manos, sentí como sus manos se retiraban de mi
cola y en nano segundos otra vez estaban sobre mi piel, al primer azote que no
fue tan fuerte brinque y me queje por la sorpresa a lo cual Carlos contesto
esto hasta ahora comienza, estoy calentándote el culo… un nuevo azote cayo
sobre mis nalgas, y varios mas, subiendo la intensidad, a veces azotando al
comienzo de las nalgas donde si dolía bastante. Después de 20 azotes se detuvo
y esta vez me pidió que me arrodillara en el rincón, por 10 minutos (antes
coloco un almohadón porque sabe que tengo problemas en las rodillas y me puede
afectar seriamente). De manera erguida sin apoyarme en los talones, con la
cabeza agachada y las piernas levemente separadas.
Esos 10 minutos se me hicieron como 10
horas, esa postura me agotaba bastante, y cada vez que intentaba cambiarla o
moverme me decía si te mueves te quedas 10 minutos más, hasta que aprendas a
seguir una instrucción.
Después de los 10 minutos me llamo a su
lado y esta vez desabrocho mi corpiño, dejando mis pechos al aire, y luego de
manera muy lenta empezó a bajar la bombacha, al tiempo que hacía comentarios
positivos de la misma, que linda y que dulce, eres muy tierna, eres una nena en
el cuerpo de una mujer adulta. Al fin llego a mis tobillos la bombacha quedando
totalmente desnuda ante él, me sentía perdida, porque no podía verlo, no me
había quitado la venda.
Cuando me vio desnuda y mi frente se se
dio cuenta que mi pubis no estaba totalmente depilada, había salido corriendo
de viaje y desde que me había ido de Buenos Aires, había perdido la costumbre,
solo atino a decir tsss, tsss, tsss las nenas no tienen pelitos aquí, halándome
un poco haciéndome brincar, pero no te preocupes ya lo suponía y lo vamos a
solucionar.
Nuevamente me halo hacia su regazo y me
dijo sabes que traje, tus amigas las palmetas de cuero que dejaste a guardar
conmigo, te extrañaban tanto y ahora llego el momento del reencuentro, solo que
ahora mi querida nenita las vas a contar, y como no se te escuche claro,
volvemos a pensar porque yo ya no escucho bien, estamos gatita?
“Nota: A
mi Spanker le gusta decirme gatita, no como
un juego de pet play, sino porque dice que yo parezco una gatita en mi
comportamiento”
Si papi conteste, y ante esto el primer
palmetazo que cayo sobre mi nalga derecha respondí uno, le siguieron 9 más en
la misma nalga, y cada vez mas subía la intensidad y me decía mira que bonito
una nalguita coloradita y la otra blanquita, que lindo contraste, pero ahora la
blanquita necesita color y otros 10 palmetazos cayeron sobre mi nalga
izquierda, me sobo un buen rato masajeando y estrujando a veces con fuerza, y
cuando pensé que había terminado, otros 20 palmetazos cayeron sin previo aviso
alternado entre ambas nalgas y al principio de estas.
Me empezaba a doler y a picar, ya me
sentía incomoda, y en la punta de la lengua tenia la palabra de seguridad, paro
me masajeo y me empezó a retar mientras me decía que era un castigo merecido
que hacía muchos meses lo venia buscando, por la forma en que me estaba
comportando, que había sido un acuerdo entre los dos aplicar el castigo, que me
había portado mal, que muchas estando chinchuda por tonterías habíamos
terminado discutiendo de manera muy fea, al punto de debilitar nuestra
relación.
Sabía que tenía razón y me sentí mal así
que empecé a llorar, de dolor y de sentimiento porque sabía que el castigo
había sido merecido, y me dijo lo siento mucho nena, aunque llores el castigo
aun no termina, vamos en 60 azotes y tengo planeado 100 para ti.
Nuevamente me mando al rincón con la cola
bastante roja y dolorida, sintiéndome mal de haberme portado mal, y de sentirme
castigada como una nena pequeña. Esta vez inclinada la cabeza hacia la pared y
la cola empinada. Estando en esta posición empezó a jugar abriendo y cerrando
las nalgas, pasando sus dedos por mi vagina, percibiendo su humedad y de manera
divertida decía, no estas sufriendo el castigo, lo estas disfrutando, al mismo
tiempo con sus dedos húmedos se desplazaron hasta por encima del ano y lo
masajeo por encima… te gusta verdad?
Me sentía tan avergonzada de que se diera
cuenta, y dentro de mi insultaba a mi cuerpo por haberme traicionado, y
mentalmente decía no, no estoy disfrutando el castigo, lo sufro me duele y no
me gusta.
Pasaron los minutos y esta vez me tomo de
la mano y simplemente me dijo que apoyara mis manos en la silla que pusiera el
culo en pompa y que bajo ningún aspecto retirara las manos de la silla, o el
castigo lo íbamos a repetir entero.
Me coloque como me ordeno y dijo ahora le
toca al turno al cepillo de madera, te ha extrañado tanto que ahora te viene a saludar.
Y comenzó fuertemente a azotarme con el cepillo en total 15 cepillazos que me
hicieron gemir y llorar mas, sentía que quemaban mi piel, aunque cada 5
cepillazos paraba para masajearme un poco, al tiempo que yo levantaba los pies
después de cada azote teniendo cuidado de no despegar las manos de la silla.
Al fin terminaron los cepillazos y respire
aliviada, para mi sorpresa me hizo sentar en su regazo y aunque con cierta
dificultad lo hice me mimo diciéndome lo mucho que me amaba, que a el no le gustaba
castigarme, que sufría verme llorar, pero él me había prometido un castigo y lo
tenía que cumplir, que yo era su nenita, que quería cuidarme y protegerme sobre
todo mi salud, sabía que no había estado bien, y los viajes no estaban ayudando
para mi total recuperación, sus palabras me hicieron llorar aun mas. Me mimo
como 15 minutos entre caricias, besos tiernos y palmaditas suaves en la cola,
cada vez me sentía más pequeña, vulnerable estando desnuda y esposada.
Al final me dijo ahora viene el final de
los azotes pero quiero que sepas que el castigo aun no termina, recuerdas lo
que acordamos cuando fueran faltas severas verdad? Tímidamente conteste que si
recordaba.
En la habitación había una camilla, me
hizo subir a ella y me dijo recordas que me hablaste de un tratamiento para la
gente con depresión o aburrida, incluso que vos y yo añadimos que para personas
chinchudas y caprichosas.. Bueno busque unas ramas de sauce y aquí están serán
25 azotes con estas ramas. Puedes llorar.
Y comenzó con los ramasos sobre mis ya
calientes y coloradas nalgas, como picaban esas ramas, llore cual niña pequeña
sin poder contenerme ya, a cada golpe lloraba mientras los contaba. Al final el
numero que había estado esperando. 25 grite aliviada. Me quito la venda de los
ojos, me sobo me puso crema súper hidrante, con un poco de vaselina en ciertos
lados y me masajeo fuerte para evitar cualquier hematoma. Luego de esto me abrazo y permitió que
siguiera llorando hasta que me calmara.
Así estuvimos como 30 minutos, hasta que
dijo bueno falta el final del castigo, una inyección de agua bidestilada, de 5
cm cúbicos, se que te va a doler y más después de los azotes pero ya lo
habíamos acordado, aun lo aceptas? Si conteste yo al saber que si lo habíamos
hablado, acordado y que muy merecido lo tenía.
Paso el algodón y como picaba sobre la
piel aun caliente, colorada y adolorida por los azotes previos, mire de reojo
como preparaba la inyección, como cargaba la jeringa y al final esa aguja
afiliada apuntando al cielo. Salió un chorrito de agua, dio 3 palmadas y zas
inyecto, al penetrar la aguja me dolió un poquito pero cuando empezó a empujar
el embolo sentí dolor, como me quemaba y sentía que la zona se dormía un poco
llore y gemí suplicando que sacara la aguja. Pero en pocos segundos termino la
inyección, y termino con otro masaje sobre la zona del pinchazo.
Me baje la camilla y al buscar mi ropa
para vestirme, no la encontré y al preguntar por ella me respondió no la
necesitas por ahora, está guardada y solo yo se dónde está. Una sonrisa maliciosa
se dibujo en su rostro, con lo cual no pude evitar sonrojarme, sabiendo que me
iba a quedar desnuda a su entera disposición.
Esta vez se acerco a mi tomo mi mano y la
llevo a su entrepierna, donde me di cuenta que estaba bastante excitado, un
bulto grande en su pantalón. Ahora quiero que me hagas sexo oral como tu sabes
hacerlo, quiero que alivies la tensión que tengo.
Traje el almohadón me arrodille y
lentamente baje el cierre de su pantalón, baje lentamente el pantalón y su ropa
interior mostrándome un pene grande, erguido y muy grueso, levante la vista y
me dijo lo extrañabas verdad, al mismo tiempo haciendo un guiño. Me lleve a la
boca tan preciado órgano y como si fuera el más delicado dulce lo chupe, lo
succione, lo sacaba y lo metía, escuchaba la respiración agitada de Carlos.
Quien al mismo tiempo acariciaba mi cabeza y mi cabello. Varios minutos
siguieron deleitándome con su órgano, hasta que dijo basta no quiero acabar en
tu boca.
Me llevo a su habitación, nuevamente me
acaricio todo el cuerpo, chupando mis pezones, tocando cada uno de los rincones
de mi cuerpo, mi excitación iba en aumento, necesitaba que estuviera dentro de
mí y así se lo dije. Lentamente separo mis piernas y me penetro suave gemi de
placer, después de tantos meses nuevamente estaba dentro de mi, al principio
era lento y luego mas rápido hasta que después de varios minutos donde me
ordenaba gritar y gemir, acabo dentro de mi. Nos quedamos abrazados mimándonos
mutuamente.
Me dijo tengo otra sorpresa para ti, un
médico y un enfermero vienen en camino
tal cual ya lo habíamos hablado. Vienen a las 5 p.m. mientras tanto vos vas
estar así, desnuda y me vas ayudar con unos quehaceres de la casa y vas a
preparar la comida.
Pero antes, tenemos una tarea pendiente
por hacer, vamos a quitar todos esos pelitos desagradables, las nenas no tienen
eso, y tú no los tienes por qué tener. Le pedí a una señora depiladora de mi
entera confianza que venga a la casa y te lo haga. Así que ve al baño y date una buena ducha para
que estés limpiecita cuando la señora venga a depilarte.
Pero me da vergüenza, yo no quiero que me
vean desnuda, bueno tu ya has ido a una depiladora y te dejaron en bolas no es
verdad? Si conteste yo, pero es que, es que nada. Si quieres te pones una
remera y ya está. Prepárate que la señora no demora en llegar.
A los 15 minutos tocaron a la puerta….
Continuara?